Trashorras, el futbolista que más pases da en el Rayo y en la Liga, es centrocampista. Lo mismo que Augusto, el que más balones toca en el Celta. Mascherano, que es quien lidera esta estadística en el Barcelona, también puede jugar en el centro del campo. Gabi reparte más balones que nadie en el Atlético, desde el medio. En el Madrid, por delante de Kroos y Modric, quien más pases da es Marcelo, el lateral izquierdo, que se está convirtiendo en un futbolista total.

Si Keylor Navas está siendo el mejor por sus paradas, probablemente sea Marcelo el jugador más desequilibrante de la plantilla de Benítez y su influencia en el juego es absoluta. Es defensa, pero por su velocidad y por su forma de ocupar el espacio, también puede contar como centrocampista y en los dos últimos encuentros de Liga del Real Madrid ha resuelto como un delantero. Marcó el gol que abrió el choque contra el Levante en el Bernabéu y en Vigo hizo el tercero, el tanto que cerraba un duelo que se le había complicado mucho al equipo de Benítez. Antes de marcar, además, había salvado un balón en la línea de gol, una de las pocas veces que el Celta había conseguido superar a Keylor Navas.

Ronaldo juega porque es indiscutible, según reconoció Rafa Benítez; Keylor Navas, porque ahora mismo no hay portero en el mundo como él, y Marcelo, que es el tercero en minutos jugados detrás de los dos, juega porque pocos futbolistas tienen un papel tan decisivo y porque no hay sustituto de garantías. En realidad, es que no hay sustituto.

Benítez dice que son los jugadores de banda los que más se desgastan. Defienden y atacan. En Vigo marcaron Danilo y Marcelo porque el entrenador les exige concentración defensiva y capacidad para sorprender cuando llegan arriba. Eso hace que los laterales sean los más sacrificados y los que más se desgastan. Con Danilo no hay problema porque Carvajal es tan bueno o más que él. Incluso se puede contar con Arbeloa para cualquier ausencia de ambos.

Pero en el lado de Marcelo, sin Coentrao, no hay relevo que pueda hacer lo mismo que Marcelo, el que reparte el juego.

Casemiro pone orden

Casemiro ha liberado a Kroos de mirar para atrás y preocuparse. Casemiro ha liberado a Sergio Ramos de mirar hacia delante y preocuparse. El mediocentro se ha instalado entre ambos, robando balones y distribuyendo el juego y ha dado equilibrio al equipo de Benítez. Con él, los defensas saben que están protegidos atrás y los jugadores con mentalidad ofensiva, que son muchos, tienen que hacer menos sacrificios.