Barçagate

Medina Cantalejo, presidente del CTA sobre el Barça y su relación con Enríquez: "Uno de los momentos más tristes en 40 años"

El actual presidente de los árbitros dice que pone "las dos manos en el fuego por la honradez de generaciones de árbitros"

La Federación Española de Fútbol ha movido ficha en el "Barçagate", el escándalo que relaciona al Barcelona con Enríquez Negreira, entonces vicepresidente del Comité Técnico de Altos. El club azulgrana pagó a una empresa del ex colegiado, DASNIL 95 SL, en teoría por asesoría sobre cómo se comportan y cómo comportarse ante los colegiados, pero las grandes cantidades pagadas hicieron sospechar a la Fiscalía. Se desliza en la investigación si ese dinero pudo estar destinado a comprar la voluntad de los árbitros, aunque según adelanta "El País" hasta la fecha no se han encontrado indicios. El caso salpica al colectivo y Luis Medina Cantalejo, actual presidente del Comité Técnico de Árbitros, mandó un video explicando sus sensaciones.

Esta es la declaración íntegra de Medina Cantalejo:

"Llevo 40 años en el arbitraje y posiblemente es uno de los momentos más tristes que he vivido. He estado durante 11 años en Primera División y puedo deciros a todos que no ha habido ni una insinuación ni un consejo en mí ni en mis compañeros -muchos de ellos están hoy en medios de comunicación- sobre tener algún tipo de inclinación en resultados, en toma de decisiones, que pudieran beneficiar a un equipo o a otro. Jamás en la vida.

Enríquez Negreira, para la plantilla de árbitros que estábamos entonces, era una persona que sí, era vicepresidente, que formaba parte de la junta directiva, pero no sabíamos muy bien cuál era su cometido. Él iba, lo veíamos dos veces, al año, una vez a mitad de temporada y en la pretemporada que hacíamos normalmente en Santander. El contacto que tenía con los árbitros era mínimo. Nos sentábamos con él, nos repartía allí unos papeles sobre el grupo en el que ibas, el uno, el dos o el tres en función de la calificación, y nada más; no hubo nada más. No sabemos qué competencias tenía. Ha estado muchísimos años, pero estaba ahí prácticamente en la sombra y al que no podemos declinar ningún tipo de competencia importante en el comité.

Por supuesto, nos vamos a personar en la causa junto con la Federación y colaboraremos en todo los posible junto con la Fiscalía en la documentación y lo que nos soliciten. Desde 2018 que Luis Rubiales entró en la Federación, este señor no ha estado para nada en ningún ámbito federativo ni del Comité Técnico de Árbitros. No es tirar balones fuera, es poner cada cosa en su sitio. Cada árbitro tiene que declarar que no existe ningún tipo de incompatibilidad de intereses o de relación de algún tipo que pueda ligarle al desarrollo normal de su trabajo, porque tenga alguna ligazón con un equipo. Pongo las dos manos en el fuego por las todas las generaciones de árbitros que con honradez, sacrificio y trabajo se han dejado la piel en los campos para la cosa saliera bien. Esto no es el fútbol español".

Este último aspecto lo explicó antes la Real Federación España de Fútbol en un comunicado: "La RFEF exige, además de la declaración de no conflictos de intereses a todos los miembros de diversos órganos y empleados, una declaración ampliada firmada por todos los miembros de los comités disciplinarios y de designación arbitral en la que se obliga a detallar cualquier ingreso, al margen de lo percibido en la RFEF, que pudiera estar relacionado con el fútbol a los efectos de poder evaluar y verificar la efectiva y real inexistencia de conflictos de intereses. Todos los miembros han presentado y firmado dichos documentos".