Messi desequilibra

El Barça volvió a ganar, pero sigue sin enamorar. Premisa válida para algunos, y reprochable para otros. Casi nadie se conforma en Barcelona con los resultados, pero Martino, por el momento, se da por satisfecho con una trayectoria numérica irreprochable. Aunque sea sufriendo ante un Milan muy lejos de su mejor momento. Pero los azulgrana son equipo de octavos de final de la «Champions» y eso es lo que le importa al Tata.

Se topó el Barcelona con un rival mucho menos ambicioso que el de San Siro. La valentía mostrada entonces por los de Allegri se transformó en precaución y hasta en miedo. Se encerraron los «rossoneri» desde el pitido inicial. Con nueve futbolistas detrás del balón, quedando Kaká y Robinho descolgados. Se habían asociado muy bien en Milán los dos brasileños, pero en el Camp Nou cada uno fue por su lado. A Robinho ni se le vio. Kaká deambulaba hasta que decidió sacar la cartera y enseñar su carnet de Balón de Oro. Encaró a Alves y le ganó en velocidad por la banda izquierda. Una de esas galopadas con las que se hizo un hueco en la élite. Entró en el área y su centro rebotó en Piqué. Valdés no pudo hacer nada y el árbitro pitó el final de la primera mitad. Había controlado el Barça el partido, había marcado dos goles, pero llegó al descanso con mucho trabajo por hacer.

Como en muchas otras ocasiones, tuvo el Barcelona que jugar un partido de balonmano. Mover el balón de lado a lado del campo, buscando algún hueco. Una ardua tarea que requiere de la máxima concentración. Tenían los futbolistas del Barça la cabeza en el partido, eso es indiscutible, pero no imprimían suficiente velocidad en la circulación y se convertían en previsibles. Monótonos, que diría Alves. Era un choque peligroso, después de un día movido para Martino, enfrascado en guerras internas que no conducen a nada. Pero no transmitió nervios el Barça, que ponía a prueba a Abbiati sin demasiada puntería. Lo intentó Xavi, repitió Neymar, Alves se apuntó a la fiesta y hasta Alexis, en uno de esos esfuerzos en la presión que tanto valora su entrenador, estuvo a punto de marcar.

Messi encarna mejor que nadie el esquizofrénico estado del Barça, que saca adelante sus partidos sin la brillantez de antaño. Él no está bien, temeroso después de tanta lesión. Tiene la confianza del Tata y sumando minutos quizás recupere la versión buena. Ayer se reencontró con el gol, aunque fuera de penalti. Una infracción que cometió Abate, pero a la que Neymar añadió todos los condimentos. Un tanto que celebró con rabia el argentino. Montolivo rozaba el empate en la primera llegada del Milan, pero fue Busquets el que volvió a marcar. Xavi sacó una falta lateral y el jugador más en forma del Barça cabeceaba solo.

El gol de Kaká invitó al Milan a ser más atrevido. Pero lo que realmente lo cambió todo fue la entrada de Balotelli, una pesadilla constante. Los ataques visitantes provocaron más espacios a su espalda y el Barça, sin convencer, sentenció a través de Messi, tras una pared preciosa con Cesc. Otro triunfo más para el Tata. Pero el debate sigue abierto.

Ficha técnica

--RESULTADO: FC BARCELONA, 3 - AC MILAN, 1 (2-1, al descanso).

--EQUIPOS.

FC BARCELONA: Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Adriano; Busquets, Xavi (Song, min.88), Iniesta (Cesc, min.78); Alexis, Messi y Neymar (Pedro, min.85).

AC MILAN: Abbiati; Abate, Zapata, Mexs, Emanuelson; Poli (Birsa, min.74), Montolivo, De Jong, Muntari; Kaká (Matri, min.84); y Robinho (Balotelli, descanso).

--GOLES.

1-0. Min.30, Messi, de penalti.

2-0. Min.40, Busquets.

2-1. Min.45, Piqué (p.p).

3-1. Min.83, Messi.

--ARBITRO: Milorad Mazic (SRB). Amonestó a Alexis (min.61) en el FC Barcelona y a Abate (min.29), Muntari (min.31), De Jong (min.55) en el AC Milan.

--ESTADIO: Camp Nou, 80.517 espectadores.