Fútbol
El corazón del Madrid le da la Supercopa
Logra su tercera Supercopa de Europa tras derrotar en la prórroga al Sevilla (3-2) en el Lerkendal Stadion de Trondheim (Noruega), conquistando el primero de los cinco títulos por los que luchará esta temporada.
El Real Madrid logró su tercera Supercopa de Europa tras derrotar en la prórroga al Sevilla (3-2) en el Lerkendal Stadion de Trondheim (Noruega), conquistando el primero de los cinco títulos por los que luchará esta temporada.
Que es pronto, que aún están en pretemporada, que físicamente los jugadores aún no se encuentran en su mejor estado físico. La Supercopa recoge todos esos tópicos: los que destrozó Carvajal con su carrera, todo carácter, cuando el resto de los jugadores cojeaban, pedían aire o luchaban por no tirarse al suelo para descansar y recuperar fuerza. El lateral derecho, canterano madridista, que ha crecido escuchando que este club nunca se rinde, vio el pasillo abierto y no dudó, sin temor ni agotamiento. Eso no existe, que no hay dolor. Caravajal se metió hasta el corazón del área y con el último suspiro que le quedaba, pegó a la pelota con el exterior para superar a Sergio Rico y al Sevilla y dar la Supercopa al Madrid, que no puede empezar de mejor manera la temporada. Ya tiene el primer título, ganado con carácter, con un equipo de circunstancias, sin sus grandes estrellas, con otros futbolistas a medio rodar, pero sin perder la fe que es la marca histórica del Real Madrid.
Jorge Sampaoli ya sabe lo que es enfrentarse al conjunto blanco. Tuvo el partido ganado y le empatóSergio Ramos, en lo que ya es un clásico en los partidos trascendentales; y estuvo a punto de llegar a los penaltis, después de haber jugado casi toda la prórroga con uno menos y resistir los continuos ataques del rival. Dos veces vio que lo tenía a mano y las dos se le escapó al entrenador que debutaba en el banquillo sevillista. Remontó, tuvo más posesión y perdió. Porque así es el Real Madrid, que ganó la final de la Champions en los penaltis y ha ganado la Supercopa un par de minutos antes de los penaltis. Si hay que sufrir, se sufre, que eso va en la camiseta.
El equipo de Zidane, que ha preparado Pintus, llegó más entero que el contrario a los últimos minutos. No es época para prórrogas porque los jugadores están cargados de minutos de entrenamientos. Pero fue al final cuando se vio al mejor Madrid, con Lucas Vázquez muy suelto, forzando la decisiva expulsión de Kolo; con Carvajal exprimiéndose y el equipo yendo hacia delante con decisión para tumbar al rival.
Sin sus jugadores principales y con las sorpresas de Asensio y Kovacic en el equipo titular, el Madrid de Zidane, con siete españoles en el equipo titular, salió con una línea de cuatro detrás de Morata, dispuesto a protegerse, a presionar al Sevilla y llevar el mando hasta adelantarse en el marcador. Sin Modric ni Kroos, fue Isco quien tuvo que trabajar para hacer jugar al equipo. No fue un partido vistoso, porque no es tiempo para eso, pero sí que fue peleado, con un Sevilla que está cambiando su cara. Va a ser un equipo que presiona mucho y que además, va a llevar la iniciativa: tuvo el balón más tiempo que el Madrid y casi siempre quiso jugar desde atrás. Eso propicio muchos errores en la salida de la pelota. Así nació el gol, el golazo, de Asensio: un balón que, otra vez, recuperó Casemiro y que llegó al joven delantero blanco. Su remate fue un fogonazo con el que dejó su firma en Europa.
Como suele ocurrir desde que está Zidane, el conjunto blanco se echó para atrás, a aguantar y aprovechar una contra. Pero el plan no llegó al final de primer tiempo. El Sevilla, con más insistencia que fútbol, en una jugada embarullada y un buen remate de Franco Vázquez, empató y se hizo con el partido. El segundo tiempo fue suyo, aunque sin profundidad. Todo lo importante ya fue cosa de Ramos: hizo un penalti, o quizá no, a Vitolo y el Sevilla vio la Supercopa en casa. Había ganado la posición al Madrid y parecía el dueño del partido. Zidane tiró de los «buenos»: salieron Benzema para sustituir a un Morata que aún no ha dejado huella y Modric para dar relevo a un agotado Isco. Después dio paso a James. Era a todo o nada. Es decir, momento de Ramos.l
Su tanto dio vida a los de Zidane y hundió al Sevilla, que ya no supo engañar al agotamiento, al desánimo y a jugar con una menos. Estaba en manos del Real Madrid. Pero no entraba ninguna de las claras ocasiones clara o le anulaban un gol legal a Ramos. Hasta que llegó Carvajal, con el corazón madridista en la mano.
- Ficha técnica
3. Real Madrid: Kiko Casilla, Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo, Casemiro, Kovacic (m.73, James), Isco (m.66, Modric), Asensio, Lucas Vázquez y Morata (m.62, Morata).
2. Sevilla: Sergio Rico, Pareja, Carriço (m.51, Rami), Kolo, Kiyotake, N'Zonzi, Iborra (m.74, Kranevitter), Franco Vázquez, Mariano, Vitolo y Vietto (m.67, Konoplyanka).
Goles: 1-0, m.21: Asensio; 1-1, m.41, Franco Vázquez; 2-1, m.72, Konoplyanka, de penalti; 2-2, m.90, Ramos; 3-2, m.119, Carvajal.
Árbitro: Milorad Mazic (Serbia). Sacó tarjeta amarilla, por el Madrid, a Carvajal (m.84), Asensio (m.86), James (m.93); por el Sevilla, a Vitolo (m.39). Expulsó por doble amarilla a Kolo (m. 90, m.93).
Incidencias: Partido de la Supercopa de Europa disputado en el estadio Lerkendal de Trondheim (Noruega). Los capitanes de ambos equipos portaron los trofeos de la Liga de Campeones y la Liga Europa acompañados por dos niños refugiados (uno afgano, el otro sirio) para mandar un mensaje de solidaridad con las víctimas de los bombardeos en todo el mundo. Efe
✕
Accede a tu cuenta para comentar