Morata y el gol que nunca llega

Su último tanto con la selección llegó hace más de año y medio, pero Luis Enrique aprecia su evolución en los últimos meses.

AEspaña le cuesta marcar goles, pero las estadísticas no siempre dicen la verdad. «Llevamos en siete partidos 19 goles a favor, una media de 2,7 por partido. El Barcelona hace 2,6 y es máximo goleador de LaLiga. Para estar faltos de gol no pinta nada mal», explica el seleccionador. Pero hay partidos, como sucedió el sábado contra Noruega, en los que el gol se resiste y cuesta encontrarlo.

«La idea de juego que pretendo instaurar es que intentamos atacar con once y defender con once, para que marque cualquiera, y que necesita que todos se involucren. Como entrenador acepto que los jugadores de segunda línea nos puedan ayudar, que los puntas colaboren en el gol como están haciendo, que los laterales se sumen, pero luego hay que defender y son todos defensores», asegura el seleccionador.

Para ayudar en esa búsqueda del gol apareció Morata en el último partido contra Noruega. No marcó, pero su aportación fue decisiva para la victoria. Persiguió el balón que un defensa cedió al portero noruego y acabó provocando el penalti que dio la victoria a España. Era la primera aparición como titular del delantero del Atlético en un partido oficial con Luis Enrique. Y, aunque todavía no ha marcado con el nuevo seleccionador al mando, Luis Enrique terminó muy satisfecho con su rendimiento ante Noruega. «Ha sido su mejor partido desde que estoy. Ha estado espectacular», aseguró el seleccionador. «Ha realizado un trabajo tremendo en la presión y ha sido clave aguantando el balón largo al final. Tuvo ocasiones, se desmarcó bien y siempre estuvo donde tenía que estar. No le doy un 10 porque le faltó marcar», aseguró el técnico después del encuentro.

El último gol de Morata con la Roja llegó en noviembre de 2017, en un amistoso contra Costa Rica. España goleó (5-0) todavía con Lopetegui en el banquillo. Entonces nadie se podía imaginar el terremoto que sacudió el banquillo de la selección dos días antes del debut en el Mundial. Tampoco se podía pensar que Morata fuera a perderse la Copa del Mundo en Rusia.

Acababa de firmar por el Chelsea, se había exhibido junto a Hazard en la victoria de su equipo contra el Atlético en el Metropolitano en la Liga de Campeones y era uno de los máximos goleadores de la Premier. Pero todo se torció con una lesión de espalda y el fichaje de Giroud. Había sido el delantero de Del Bosque en su última etapa como seleccionador y fue el de Lopetegui hasta que desapareció de las listas. Dejarlo fuera del Mundial de Rusia probablemente fue una de las decisiones más dolorosas para el ex seleccionador, que confiaba en él desde que coincidieron en las divisiones inferiores de la Roja. Juntos fueron campeones de Europa sub'21 en 2013 y Morata fue el máximo goleador de aquel torneo que se disputó en Israel.

El fichaje por el Atlético le ha servido para recuperar la fe y Luis Enrique ve síntomas de mejoría en el juego del delantero. «Veo mucho mejor a Álvaro que el pasado año. Siempre ha tenido muy buena actitud, pero está con mayor convicción», reconocía el sábado.