Restringido
Mordidas «on line»
¡Tranquilo, hombre tranquilo!... Que aún no existe un sistema de control anticorrupción en nuestro juego global diseñado como para controlarnos. Esto es fácil: yo recibo una llamada de Fulanito, que me dice: «¡Oye, necesito que ocurra X!», yo llamo a Don Xin Pum, (que controla esto desde un punto del mapa que es ilocalizable y que le garantiza que nadie sepa que existe) y me dice: «Habla con el árbitro Z que espera tu llamada. Dile que debe ocurrir X». Nuestro Z verá un penalti o sólo verá el cansancio de un equipo. Existen más de 50 jurisdicciones cada una con su policía, de la que sólo ven una parte pequeña de nuestro negocio y les resultará tan burocrático que no repararán en simples transacciones de nuestro juego de apuestas. Aquí no hay maletines repletos de dinero dando vueltas de un lado para otro. Esto es más sencillo. Cientos de miles de jugadores de nuestras apuestas, en casi un centenar de países, se juegan entre 500 y 1.000 euros de dinero negro. Ellos sacan casi lo mismo jugando, pero blanqueado y limpio como una patena. El sistema es infalible. Con 30/40 informáticos en nuestros paraísos fiscales tenemos absoluta libertad de movimiento. Y al final lo que ocurre es que en el partido Levante-Zaragoza, sale X. ¡¡Esto es un juego de niños!! Y lo bueno es que los mandamases del fútbol montan Comités Éticos para lavar la imagen, pero luego ni la Europol puede casar ni un solo dato que les permita acusar a nadie. Lo de Italia fue un desastre porque los italianos tienen a la mafia y esos lo quieren controlar todo, pero en Asia las cosas se hacen mejor y de otra manera. ¡Venga...tú tranquilo y a cobrar!
*Abogado Experto en Derecho del Deporte de la Universidad Católica de Valencia
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