Mourinho, adiós sin finiquito

Dentro de lo caro que al Real Madrid le ha salido la era Mourinho (en relación a la rentabilidad del binomio títulos-inversión en el técnico), su salida es gratis. Es lo bueno del pacto entre caballeros que Florentino Pérez ha conseguido que «Mou» mantuviera en los últimos meses, pese a la tumultuosa relación con otros satélites del club: los jugadores, la cantera, la Prensa y varios organismos futbolísticos, nacionales e internacionales.

Florentino Pérez es el único que se ha salvado de ser objeto de la progresiva afrenta del técnico contra todos. Él y su cuerpo técnico (Rui Faría, José Morais, Silvino Louro y, el último en llegar, Luis Campos), claro, que le siguen a todas partes y e incluso comparten métodos. ¿También Karanka o no? Es una de las pocas incógnitas que quedan por despejar. Algo digno de elogio, aunque quizá es que Mourinho es capaz de rehuir hasta al mismísimo Rey de España, pasarse las galas de la FIFA por el arco del triunfo y hasta meterle el dedo en el ojo a un compañero de profesión, pero no osa enfrentarse a Florentino Pérez. El respeto hacia su presidente es máximo. Se lo debe. No hay nada que pueda reprocharle. Le ha sido leal, por el buen funcionamiento del equipo, hasta cuando se ha equivocado. Mourinho le considera un amigo y Florentino no ha traicionado esa amistad.

Mourinho se marcha, pero sin finiquito. De mutuo acuerdo, sin indemnización, que hubiera sido costosa tanto por la vía del despido como por la del abandono. El Real Madrid no tendrá que pagarle al portugués los 20 millones de euros que estipulaban su contrato en caso de que el club prescindiera de él prematuramente. De igual forma, también se eliminan los 14 millones de liberación que el club que quisiera fichar a Mourinho (en este caso, el Chelsea) debería pagar a los de Chamartín en concepto de cláusula de rescisión.

Una realidad económica bien distinta a la que rodeó el fichaje de Mourinho por el Real Madrid hace tres veranos. El sueño de «Mou» costó entre 8 y 10 millones para liberarle del Inter, además de otros 5 millones del finiquito de Pellegrini.

Una salida gratuita, pues, que la Prensa inglesa no pasa hoy por alto. «El Chelsea no tendrá que pagar un penique al Madrid», apunta en su cabecera el sensacionalista «Daily Mirror», que destaca que se «ha aclarado el camino para la vuelta a casa largamente predicha» de Mourinho, que entrenó al conjunto londinense entre 2004 y 2007. «The Daily Telegraph» destaca que, acordando su salida, el portugués «ha despejado un enorme obstáculo al dejar ir su compensación». Este periódico recuerda que cuando Mourinho dejó el Chelsea por el Inter de Milán el propietario de los «blues», el magnate ruso Roman Abramovich, tuvo que pagarle 18 millones de libras (21,2 millones de euros), algo que complicó las negociaciones para su marcha a Italia y que ha servido de experiencia al entrenador. «Incluso -continúa el diario- su decisión de marcharse sin ninguna compensación indica lo seguro que está de que va a volver al Chelsea y de que contará con una oferta firme», resume Efe.