Mourinho, en paz... a medias

El partido de esta noche no es uno cualquiera para Jose Mourinho, por mucho que el tiempo haya apagado el terremoto en que se convirtieron sus últimos meses en el conjunto blanc

El partido de esta noche no es uno cualquiera para Jose Mourinho, por mucho que el tiempo haya apagado el terremoto en que se convirtieron sus últimos meses en el conjunto blanco. Afirma el portugués que se fue en «paz de espíritu», pero ayer fue bastante frío a la hora de elogiar lo que ha conseguido Zidane y no pudo evitar la tentación de reivindicar la importancia de lo que él hizo en el banquillo del Bernabéu. «Cuando llegué el Madrid no era ni cabeza de serie de la Champions. Era un equipo que con toda su increíble historia, no pasaba de octavos y sus jugadores más importantes nunca habían jugado semifinales. Cuando me fui habían jugado tres consecutivas, era cabeza de serie, campeón de España y había ganado en casa y fuera o en una final al gran equipo que era el Barcelona. Son pequeñas grandes diferencias», dijo irónicamente.

Admitió que no tiene problemas con ninguno de sus ex futbolistas y que saludará a todos, quizá especialmente a Bale, al que ya hizo un guiño antes del amistoso en Estados Unidos y al que ayer volvió a mandar un mensaje. «Si no está en los planes del club por la entrada de otro jugador y es verdad que Gareth está en la puerta de salida, como escriben muchos periodistas, yo voy a esperar en el otro lado y pelearme con los otros entrenadores. Pero si juega mañana (por hoy) es la señal más evidente de que va a continuar».

Zidane no quiso poner «más gasolina» contestando a estas declaraciones antes de un duelo al que Mou llega, curiosamente, a través de la Liga Europa, una competición que no le gusta y que ha desprestigiado en alguna ocasión porque «no es lo máximo a lo que aspira un futbolista», pero que ha sido la que le ha llevado de vuelta a la Liga de Campeones. También le va a permitir ajustar alguna cuenta con su pasado, porque la paz de Mou siempre es a medias.