Turquía

Mourinho parte de cero

Pide al equipo que juegue hoy ante el Galatasaray sin pensar en el 3-0. Cambia su discurso con Iker

Mourinho, pensativo, en el entrenamiento de ayer en el estadio del Besiktas
Mourinho, pensativo, en el entrenamiento de ayer en el estadio del Besiktaslarazon

Mourinho cree en los milagros futbolísticos y no lo dice con la boca pequeña. No será la primera vez ni la última que un equipo consigue remontar una ventaja de tres goles, que te deje con cara de tonto y eliminado de la Liga de Campeones. No quiere un «exceso de confianza» y ha aleccionado a sus hombres para que jueguen esta noche frente al Galatasaray en el Ali Sami Yen «como si fuera un partido y no una eliminatoria» que afrontas con ventaja. Los ha instruido para jugar sin pensar en el 3-0. Partiendo de cero.

«No tenemos nada que ganar y sí mucho que perder porque todo el mundo piensa que pasaremos. Mi mensaje es que no exista confianza, por eso en la primera reunión de ayer vimos el vídeo de un equipo que ganó 3-0 en casa y perdió por lo mismo fuera. En la segunda reunión, que fue táctica, repasamos cómo el equipo de Fatih Terim puede jugar de distintos modos. Nos hemos preparado en serio. Me extrañaría que no lo estuviéramos para un partido de alta dificultad», comentó «Mou».

Mourinho trasmitía responsabilidad y un talante menos agrio del habitual; incluso, en cierto sentido, hizo las «paces» con Iker Casillas, con el periodista al que tildó de «imparcial» con el guardameta, con Pellegrini y, por extensión, con el Málaga. Un Mourinho más conciliador, al que no le importa contestar por décimo novena vez que su futuro no está vinculado a si gana o pierde la «Champions». Ayer salió en defensa del capitán, a tenor de las palabras de Arrigo Sacchi emponzoñando con que el mostoleño «no se entrenaba bien» en su etapa como director técnico madridista. «El pasado me interesa poco. Casillas se está entrenando muy, muy bien. No bien, sino muy bien». A Fernando Burgos, periodista de Onda Cero, le contestó con ecuanimidad que si con él Casillas había sido titular durante 136 partidos era porque «no tenía la oposición de otro portero que lo estuviera haciendo mejor que él». «Si juegas en una posición en la que tienes competencia diaria y exigente, que te presiona cada día para estar en el 'top' de tu forma, hubiera sido imposible porque jugaría el otro. Si es un jugador sin oposición y que se siente protegido e intocable, sí que puede pasar», explicó.

En relación a Pellegrini, se rindió a los méritos del chileno, que ha llevado al Málaga a estar entre los ocho grandes de Europa, una posición muy distinta a la de su llegada al Madrid, cuando pronunció que tras su paso por Chamartín él «nunca» entrenaría a un equipo como el Málaga, sino que se iría a un «grande de Inglaterra o Italia». «Que el Málaga pase a semifinales es inesperado, será fantástico y digno de todos los halagos a su técnico, jugadores y aficionados. Me gustaría que así fuera por ellos. Que la gane cualquiera de los otros siete no sería una sorpresa», comentó.

Pepe, in albis

Mourinho cuenta con la bajas por sanción de Ramos y Xabi Alonso, que iban a cubrir a Pepe y Modric, respectivamente, pero el central no se ha recuperado de las molestias que sufrió ante el Levante y hasta esta tarde no evaluarán los médicos si está apto para jugar. De no ser así, Mourinho y el equipo confían en Albiol para acompañar a Varane. En el bando turco, todo son desventuras para Fatih Terim, que podría ser sancionado en la Superliga con de ocho a diez partidos. Sneijder está lejos de su mejor versión y, además, Yilmaz, su máximo goleador, es baja por sanción, a menos que la UEFA le retire a última hora la amarilla del Bernabéu.

El «infierno» turco, una motivación más

El ambiente en los campos de Turquía, el llamado «infierno» mismo; 50.000 almas hoy en el nuevo Ali Sami Yen que no cesan un minuto de gritar y «maltratar» al rival no es una leyenda, sino «una realidad cultural», apostilla Mourinho. Pero al Madrid, asegura, un «estadio caliente le gusta». En el Bernabéu, la historia acabó con bengalas y algunos incidentes; en suelo turco, nunca se sabe hasta dónde llegará el espectáculo. «Estamos acostumbrados. Tenemos que estar tranquilos y pensar sólo en lo que sucede dentro del campo», añadió Fabio Coentrao.