Mundial Femenino

El primer «campeonas» de Vilda

El seleccionador ha utilizado siempre el plural masculino para referirse al equipo. Hasta que en la celebración utilizó el femenino

Jorge Vilda, después de ganar el Mundial
Jorge VildaDEAN LEWINSAgencia EFE

«Sin todas estas jugadoras, sin estas estrellas no seríamos campeonas del mundo», dijo Jorge Vilda, el seleccionador, sobre el escenario en el que España celebraba su título en Madrid Río. Unas palabras normales en cualquier celebración pero que sonaban diferentes en la boca del seleccionador.

Era la primera vez que el seleccionador utilizaba el plural femenino para referirse al equipo. Su costumbre ha sido siempre utilizar el plural masculino para referirse a ellas. Incluso sobre el césped del estadio de Sidney hablaba de que por fin eran «campeones del mundo».

Esa ha sido su manera de expresarse siempre. En los corrillos y en las conferencias de prensa siempre utilizaba el nosotros en lugar de nosotras. También para referirse a las rivales o incluso a las árbitras. «Cuando ha pitado el árbitro», dijo después de la final que dirigió la estadounidense Tori Penso.

La norma lingüística dice que se usa el plural masculino como genérico cuando hay personas de los dos sexos, pero la lógica dice que lo que tiene España son campeonas del mundo y que son ellas las que se enfrentan a los partidos. Algo que a Vilda le cuesta expresar.

Un tic que parecía situar su cabeza en el fútbol masculino a pesar de que toda su carrera se ha desarrollado en el fútbol femenino y dentro de la Federación, donde comenzó como ayudante de su padre, Ángel Vilda, en las selecciones inferiores y en la que llegó en 2015 a la selección absoluta en sustitución de Ignacio Quereda, el hombre que sumió al fútbol femenino durante 27 años en un pozo de desinterés y de machismo.

Por eso su llegada fue saludada con alegría por las jugadoras. Con algunas de ellas incluso había ganado dos Campeonatos de Europa sub’17. Aunque los comienzos no fueron fáciles. En el libro «No las llames chicas, llámalas futbolistas», la periodista Danae Boronat destaca que «aportó modernidad en el trabajo de campo», pero denuncia que el trato paternalista hacia las jugadoras. «Nos trataba como niñas. Era muy controlador, pasaba por las habitaciones de noche para ver si a las once en punto estábamos allí», relataba una futbolista anónima. La autora añadía que las jugadoras debían informarle hasta de si salían a tomar un café y con quién lo hacían. Acusaciones que fueron desmentidas por la Federación.

Ahora todo suena mejor y de la voz del seleccionador sale la palabra «campeonas, pero además va acompañada de un recuerdo para las jugadoras que ayudaron a llevar a España hasta el Mundial y que no han podido participar. La primera mención a las rebeldes desde que estalló la crisis de las 15 que en el verano pasado renunciaron a jugar en la selección. Una de esas rebeldes era Aitana Bonmatí, elegida la mejor jugadora del Mundial y a la que hasta Pep Guardiola ha manifestado su admiración.

Para Vilda tampoco era nuevo dejar de contar con algunas de sus mejores jugadoras. Ya lo hizo con Vero Boquete, la que entonces era la mejor jugadora española de la historia, dejó de contar poco después de acceder al cargo de seleccionador absoluto.

Ahora, también sin algunas de las mejores, por fin España es campeona del mundo de fútbol femenino. Es la segunda selección en la historia, después de Alemania, que ha conseguido lucir la estrella en el pecho que distingue a los dueños del mundo en categoría masculina y femenina. «Campeonas» incluso en la voz del seleccionador.