El plan B de Hierro

Marco Asensio espera su oportunidad en el banquillo. Zidane ya lo probó con Lucas en el Madrid para cambiar el estilo en partidos importantes. Hierro se lo piensa.

A Fernando Hierro, de momento, le funciona el plan con el que España llegó a Rusia. No ha tocado demasiado el trabajo de Lopetegui. No ha tenido tiempo y tampoco lo considera necesario. Sólo hizo un cambio en el segundo partido, contra Irán, cuando introdujo a Lucas Vázquez en el costado derecho para equilibrar el ataque. La presencia del extremo derecho del Real Madrid ayudaba a que la inercia del ataque de la Roja no se desviara siempre hacia la izquierda, por donde entran Jordi Alba, Iniesta e Isco. El juego de España se vence siempre hacia ese lado, pero con la entrada de Carvajal la idea era repartir el ataque. Aunque no lo consiguió del todo. El peso de Isco en el equipo hace que el balón se mueva hacia su lado de manera constante.

La entrada de Lucas Vázquez fue sólo un paso para cambiar de plan. El equipo de Hierro mantuvo su esencia, el toque y la paciencia como armas para llegar al área. Le faltó un poco más de aceleración, pero no había lugar para dar más rapidez al juego porque no había espacios por los que correr. «Trabajo para ser titular, pero al final el que decide es el míster. En mi cabeza está sólo trabajar e intentar estar al cien por cien para ayudar al grupo y, si tengo la posibilidad de salir, intentar hacerlo lo mejor posible», explica Lucas.

Contra Marruecos España puede encontrar los espacios que necesita y podría también entrar en juego el plan B. Marco Asensio espera su oportunidad en el banquillo para acelerar por el otro lado. «Lleva dos temporadas muy buenas, progresando. Aún es joven, pero tiene un presente increíble y un futuro mejor todavía. Su capacidad futbolística aún nadie puede saberla porque tiene un potencial brutal. Lo que tenemos que hacer es ayudarle y poco a poco irá entrando más en los planes», decía ayer Lucas Vázquez. Asensio ha jugado de todo con Lopetegui, incluso de falso delantero contra Italia. Su entrada en el equipo –con Lucas Vázquez por el otro lado– obligaría a Fernando Hierro a cambiar el sistema y daría más libertad a Isco para moverse por el medio. Zidane ya los probó en encuentros importantes del Real Madrid esta temporada, por ejemplo en París contra el PSG, con buenos resultados. Marco daría más variedad en el juego, puede correr, puede pasar y, sobre todo, puede disparar desde larga distancia. Lo ha demostrado con el Madrid en las dos últimas temporadas. Sus lanzamientos han abierto muchos partidos para su equipo, pero en la Selección aún no ha demostrado esa capacidad.

Todavía no ha marcado en los trece partidos que ha disputado con la Roja y contra Irán, en su debut en el Mundial, tampoco tuvo demasiadas oportunidades en los poco más de diez minutos que jugó. Hierro podría cambiar el equipo para enfrentarse a Marruecos y así dar descanso a alguno de los jugadores más veteranos. Eso le permitiría también tener a todos los futbolistas activados. El ejemplo de la pasada Eurocopa pasada, en la que Del Bosque repitió equipo en los cuatro partidos, invita al cambio. La Roja se fue diluyendo devorada por la rutina y el cansancio y Thiago y Saúl también piden un sitio en el centro del campo. El rojiblanco es capaz de participar en el juego combinativo de pases y paciencia, pero también puede añadirle algo de intensidad en el medio y variedad en el ataque. Su disparo de media distancia y su llegada le hicieron ser el máximo goleador de la Eurocopa sub'21 de año pasado en la que España fue segunda.

«Nosotros lo que queremos es quedar primeros, hacer los deberes ante Marruecos y ya veremos lo que pasa en otros grupos», dice Lucas. Pero el seleccionador mira más allá. Si España quiere ser campeona tiene que ser todo el grupo el que funcione.