Irán

España, ser primera o elegir rival

España ya conoce cuál podría ser el enfrentamiento en octavos, pero su único objetivo es avanzar y, si es posible, encabezando el grupo.

Los jugadores de España, distendidos durante el último entreno antes del partido contra Marruecos
Los jugadores de España, distendidos durante el último entreno antes del partido contra Marruecoslarazon

España ya conoce cuál podría ser el enfrentamiento en octavos, pero su único objetivo es avanzar y, si es posible, encabezando el grupo.

Cuando España comience su partido contra Marruecos, el último de la fase de grupos, ya sabrá cuál sería su rival si se clasificara como primera (Rusia) o como segunda (Uruguay) de grupo. El conocimiento le puede hacer jugar con el resultado –sólo un desastre la apartaría del torneo– pero la preocupación del equipo español, de momento, es clasificarse para la segunda fase.

«Nuestra obligación es hacer un buen partido y sumar tres puntos, y si podemos ser primeros de grupo, mejor. Debemos confiar en nuestras condiciones», advierte el seleccionador español. Uruguay y Rusia se han enfrenado a las cuatro de la tarde para decidir quién se clasifica como primero de grupo y quién como segundo. Uruguay ha vecino por 3-0, con lo cual será primera y Rusia segunda.

Si España fuera primera, lo normal es que eludiera a los principales favoritos, que irían por la otra parte del cuadro. Aunque las sorpresas en el Mundial no permiten hacer muchos planes más allá de los octavos de final. «Vamos a intentar ganar, hacer un buen partido y a partir de ahí, veremos lo que pasa. Bastante tenemos con lo nuestro, con enfrentar a Marruecos. Tenemos que trabajar mucho en lo mental, tenemos que estar motivados. Hay que darle la importancia que tiene al partido. Para ser campeones del Mundo hay que ganarle a casi todos los mejores del mundo. Es nuestro momento», advierte el seleccionador.

España tiene la experiencia de los últimos mundiales, en los que de poco le ha servido hacer planes. En Sudáfrica comenzó perdiendo contra Suiza, pero consiguió ser campeona del mundo. Hace cuatro años, no tuvo tiempo de pensar en otra cosa que no fuera volverse a casa después de los dos primeros encuentros. «En general, en las últimas fases finales no hemos sido de empezar bien el grupo, pero en los grandes torneos sabemos que un equipo que quiere ser campeón va a tener momentos de sufrimiento. Lo importante es el partido de Marruecos, quedar primeros y no mirar ni más allá ni más atrás», dice Busquets. «No podemos pensar en lo que ocurrió hace cuatro años u ocho. Es ahora. Es el momento del equipo, de luchar por quedar primero de grupo. No podemos perder el tiempo en qué pasó. Nosotros ponemos nuestro foco a las ocho en demostrar de lo que somos capaces y si podemos quedar primeros de grupo, pues perfecto», insiste Hierro.

El seleccionador no quiere arriesgarse a sufrir una de esas sorpresas, a pesar de que es complicado quedar fuera. Sólo podría quedar eliminada en caso de derrota y si Portugal perdiera por un gol menos de diferencia que España. Cuentas complejas porque Irán, que ha demostrado su solvencia en defensa, también ha demostrado lo que le cuesta hacer goles. En este Mundial sólo ha marcado uno después de una jugada a balón parado y en propia portería.

Marruecos es el caso contrario. Su juego no ha recibido el premio que merecía. «El nivel que han demostrado es más alto que para llevar cero puntos. Eso habla de lo difícil que es ganar en un Mundial, han tenido mala suerte en el primer partido, y han encajado a balón parado. A nivel de juego se merecían más, pero en un Mundial todo está muy igualado», asegura Busquets. «Es un partido complejo. Con las selecciones que se quedan sin opciones para el tercer partido no nos podemos meter en la cabeza del seleccionador, ni saber los jugadores que puedan jugar», asegura Fernando Hierro.

El plan de España sólo pasa por ganar. Por eso, Busquets no piensa en descansar a pesar de estar al borde de la suspensión por acumulación de tarjetas. «Es un condicionante. Estoy a disposición del entrenador. Voy a jugar como cada partido, dando el máximo de mí y el riesgo es el que había en el segundo partido y el que va a haber si llegamos lejos hasta que se limpien las tarjetas», asume.