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Testigo Directo

“En Qatar, yo soy español de la India”

Los falsos aficionados que animaban a la Roja resultaron no ser tan falsos

Ambiente en Doha
Ambiente en DohaJosé MéndezAgencia EFE

«Yo soy español, español, español», gritaban con aparente desgana una cincuentena de aficionados cuando la selección llegó al aeropuerto de Doha. Parecían hinchas locales, a los que les había correspondido dar la bienvenida a la Roja en el reparto, como si cada selección tuviera sus aficionados de oficio. La realidad, según cuenta un grupo de expatriados españoles, es que se trata de una asociación de amigos de la Roja formada por indios residentes en Qatar. «Es como uno de León que se hace del Barça», comenta Dani, uno de ellos.

Eran españoles que trataban de acceder al entrenamiento de la selección. Imposible, cerrado para los aficionados y abierto solo veinte minutos para la Prensa. Son más de 5.000 los españoles residentes en Qatar. Felices y contentos de estar donde están. Molestos por los prejuicios con los que se llega a este Mundial.

«Nunca me he sentido discriminada por ser mujer», cuenta otra de ellas. «Al contrario», dice. Privilegios de ser mujer o de ser residente extranjera con un trabajo cualificado.

Todo mira hacia el Mundial en Qatar, desde que se llega al aeropuerto todo dirige hacia la Copa del Mundo 2022 como elemento de propaganda. Desde los empleados que preguntan en el aeropuerto cuál es tu vuelo para indicarte dónde recoger la maleta hasta los taxistas que hacen suyo el equipaje del viajero hasta la puerta del hotel. Pero todo con una mentalidad cuadriculada que exige que cada cosa esté en su sitio.

Doha trata de hacerse una imagen en el mundo a través del deporte. Primero fue el Mundial de balonmano, después el de atletismo y ahora, el de fútbol. Con su afición española llegada de India.