Retirada
Con Busquets se despide una era de la selección
Con él se marcha el último representante de la España campeona del mundo en 2010. Es el fin de una generación que dio los mayores éxitos al fútbol español
Sergio Busquets era el último representante de una especie que se extingue con él, la de los futbolistas de la selección que fueron campeones del mundo. Desde que Luis Enrique dejó de contar con Sergio Ramos en la pasada Eurocopa era el último campeón del mundo que quedaba en la Roja. Ahora se despide después de un Mundial que no fue como se esperaba.
Con Busquets se va también una forma de juego, el mediocentro ideal para el juego de toque y de posesión. El hombre que representaba un estilo, el que unía la selección campeona del mundo con la de Luis Enrique igual que conecta el Barcelona de Guardiola con el de Xavi.
«Me gustaría anunciar que después de casi 15 años y 143 partidos ha llegado el momento de despedirme de la selección», anunció a través de su cuenta de Instagram. Y añadía también una imagen del día de su debut, en Estambul en 2009 contra Turquía, cuando entró sustituyendo a Silva. Para Busquets ha llegado el momento de parar con 34 años y mucho fútbol vivido.
Busi sigue el mismo camino que tomaron otros futbolistas que compartieron con él aquellos días gloriosos de Sudáfrica como Puyol, Xavi y Piqué, todos ellos compañeros suyos en el Barcelona.
Se marcha coincidiendo con el fin de ciclo por el final del Mundial y por el relevo en el banquillo de la selección. Resulta curioso que el único partido que Luis de la Fuente ha dirigido a la selección absoluta fuera en un amistoso contra Lituania previo a la pasada Eurocopa y por culpa del positivo de Busquets en coronavirus. La selección de los mayores estaba en cuarentena por el positivo de su capitán y tuvo que ser sustituida íntegramente, incluyendo el banquillo, por la selección sub’21.
«Conozco a Sergio y a su familia desde que él tenía 11 años cuando compartí vestuario con su padre en el Lleida. Me une una gran amistad con sus padres y en ocasiones el corazón puede restar objetividad a mis palabras. Tampoco lo pretendo, Sergio es un jugador que va a trascender generaciones por su inmenso legado», reconoce el presidente de la Federación, Luis Rubiales. Y añade: «Sergio Busquets es una figura icónica en el fútbol español, un deportista ejemplar, un profesional intachable y un líder indiscutible».
«Sergio es un líder silencioso, sereno y admirado por todos por su humildad y naturalidad. Campeón de todo, ha dibujado una inmensa trayectoria que ya está en la historia del fútbol. Pero hay una cuestión más importante: su perfil humano. En eso, Sergio también es imbatible. Busquets merece decidir cuándo y cómo y nuestro único camino es la gratitud. Gracias, Sergio, por tu entrega y lealtad a la selección, eres uno de los más importantes patrimonios del fútbol español», asegura Rubiales.
«Ha sido un honor representar a mi país y llevarlo a lo más alto, ser campeón del mundo y de Europa, ser capitán y disfrutar tantos partidos, con mayor o menor éxito, pero siempre dándolo todo y aportando mi granito de arena para que todo fuera lo mejor posible», dice Busquets en su despedida. «Todavía se me ponen los pelos de punta al recordarlo. Lo echaré mucho de menos, ver las listas de convocados, coger el puente aéreo, saludar a mis compañeros, disfrutar de los entrenos, las partidas interminables de pocha, salir a jugar no sin antes hacer nuestro grito juntos, escuchar el himno nacional abrazados o sentir el cariño de todo un país», añade.
Las palabras de Busquets demuestran que el éxito en el fútbol va más allá de lo que sucede en el campo. Es también la convivencia de los futbolistas fuera, las rutinas que llevan a construir equipos campeones.
Busquets participó de los éxitos del Mundial 2010 y de la Eurocopa 2012. En su segundo título ya estaba asentado, no se dudaba de él y las críticas recaían sobre Xabi Alonso hasta que el entonces jugador del Real Madrid marcó los dos goles en los cuartos de final contra Francia.
Juntos dieron a la Roja la seguridad y la estabilidad que permitía que los de arriba crearan con libertad. Y fueron una pareja indisoluble hasta que Xabi, después del Mundial de Brasil en 2014, asumió que su tiempo en la selección ya había pasado.
«Es una leyenda de todo. Gran jugador y gran persona», dice en su despedida David Aganzo, el presidente del sindicato de futbolistas españoles. «Es uno de los mejores mediocentros del fútbol mundial y el mejor centrocampista defensivo de la historia de España. Lo felicito», dice Xavi, su excompañero y ahora entrenador en el Barcelona. «Es una leyenda», asegura.
Con Busquets se va una era del fútbol español. El último clásico.
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