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Pelé o Maradona, uno de los dos sentirá la amenaza de Messi o Mbappé

A los dos mejores futbolistas de la historia se les busca sucesor desde su retirada. Esta sociedad idiotizada lo compara todo: a LeBron con Jordan, ¡qué sacrilegio!

Pelé y Maradona, en una entrega de premios en marzo de 1987
Pelé y Maradona, en una entrega de premios en marzo de 1987MilanAgencia AP

La socorrida metáfora de los ríos de tinta se queda cortísima para explicar cuánto se ha escrito/dicho sobre si Leo Messi alcanzaría la dimensión de Diego Maradona en caso de consagración mundialista hoy. Habría que argentinizar la imagen para decir, qué sé yo, que ha corrido un Mar de la Plata de tóner o que se ha precipitado un Perito Moreno de palabras sobre una discusión que, a fuer de irresoluble, es tan bonaerense como bizantina, pues parece poco probable que los antiguos constantinopolitanos fueron más proclives que los porteños a las controversias infinitas. ¿Cuál es el sexo de los ángeles?, se preguntan unos. ¿Matambre o entraña?, se cuestionan los otros sin contestar con claridad jamás.

Uno tiene la impresión de que el mito del Pelusa descansa intocable por más Mundiales que ganase la Pulga y que la única complicación estriba en su condición de compatriotas: si tuvieran nacionalidades distintas, cada cual tendría sus partidarios en su respectivo país y en el resto del mundo… tampoco sería una polémica como para dejar de hablarse con el vecino. En Nápoles y Barcelona, las patrias chicas de ambos mitos, nadie alberga la menor duda sobre quién es mejor: el que más felicidad les ha reportado y sobra el escudriñamiento del palmarés con la selección.

Entre Messi y Maradona reside la mitad del problema del partido de esta tarde, en el que otro 50 por ciento de posibilidades, la victoria de Francia, abriría otro frente de proporciones casi infinitas. ¿Pelé o Mbappé? A quienes tenemos cierta edad, aunque no hayamos visto a O Rei más que en media docena de vídeos de pésima calidad, puede parecernos algo absurdo. Sin embargo, el deporte es una actividad enferma de presentismo y esta sociedad idiotizada, además, tiende a suplir su falta de criterio con estadística. Si en Estados Unidos se plantea el debate (¡sacrílego!) sobre si LeBron James supera a Michael Jordan, ¿cómo va a sustraerse el planeta fútbol de comparar con el brasileño al parisino que atesora dos títulos supremos antes de cumplir los 24 añitos?

Pelé disputó cuatro Mundiales pero los deportistas ahora son más longevos gracias a unos métodos más avanzados de entrenamiento e higiene de vida, como indican los cinco torneos que han cumplido Cristiano Ronaldo y Messi, sin ir más lejos. Si Mbappé se ciñe hoy su segunda corona, tendrá como mínimo otras dos oportunidades para igualar al astro brasileño. Eso nos garantiza años, probablemente doce, de opiniones de todos los colores sobre la supremacía de uno u otro. La perspectiva resulta agotadora para cuantos cabales huimos de la comparación recurrente entre épocas distintas.

Entre las dos primeras jornadas de la fase de grupos, llegaron noticias nada alentadoras sobre la salud de Edson Arantes do Nascimento, a quien la selección brasileña homenajeó tras eliminar a Corea del Sur en los octavos de final. Pelé ha sobrevivido al Mundial y, como la mayoría de sus compatriotas, preferirá que esta tarde sea Francia antes que Argentina la que se cosa la tercera estrella sobre el escudo. O no, quizás, porque ese endiablado muchacho con cara de tortuga y piernas de guepardo nacido en los suburbios de París...