Liga de Campeones

La nueva filosofía de Luis Enrique para ganar la Champions con el PSG

El PSG ha cambiado la elaboración por el vértigo y el despliegue físico. El Aston Villa mide su transformación

Dembélé celebra uno de los dos goles que marcó al Brest
Ousmane Dembélé YOAN VALATAgencia EFE

A Luis Enrique le afeaban en el Mundial el juego rutinario de la selección. Su lentitud y la horizontalidad. En el PSG todo es diferente. Su equipo es el que más balones recupera de la Liga de Campeones gracias al acierto de sus dos centrales, Marquinhos y Pacho, los dos primeros de la lista.

Ninguno de sus jugadores es el que más corre de la competición, pero tiene cuatro entre los diez primeros. Y Pacho es el duodécimo. También sus futbolistas están entre los más rápidos de la competición: a Achraf Hakimi sólo lo supera Haaland.

Luis Enrique ha apostado por el vértigo y la exuberancia física para alcanzar por fin la Champions que se le lleva negando en los últimos años. Todo eso no significa que el ataque sea menos importante ahora para el equipo parisiense.

Ningún equipo llega más al área contraria que el PSG y ningún jugador lo hace más que Dembélé. Mucha culpa tiene también el exbarcelonista de que el PSG sea el equipo que más regatea en la competición. Barcola y él son los especialistas en el desborde.

Luis Enrique ha construido un equipo de ida y vuelta que sufrió para llegar a la eliminatoria previa a los octavos de final. Se clasificó en la última jornada y desde entonces resulta imparable. Además, el sábado ganó la Liga francesa y ya puede centrarse sólo en Europa. El modelo es el partido que hizo en la ida contra el Liverpool en los octavos de final en el Parque de los Príncipes. «Ese es el partido que me gustaría que hiciéramos. Sólo cambiaría el resultado. Pero para mí representa un gran momento y lo perdimos. Así es el fútbol», explica Luis Enrique, que no ahorra elogios hacia el técnico de su rival, Unai Emery. «El Aston Villa ha mejorado mucho estos dos años con él», dice.