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Pep falló a Tito

Rueda de prensa de Tito Vilanova
Rueda de prensa de Tito Vilanovalarazon

Tito Vilanova no tiene la verborrea de Pep Guardiola, pero se le entiende todo cuando habla. Todo lo contrario sucede con Andoni Zubizarreta, al que dar respuestas claras y concisas le debe producir alergia. Se le pregunta por su color favorito y contesta con una larga y complicada elocución sobre el vuelo de las moscas. Y eso que es vasco y no gallego. Ayer era día de respuestas en el Barcelona. El técnico no rehuyó ningún tema y fue contundente, especialmente, con Pep Guardiola. «Era mi amigo, le necesitaba y no estuvo a mi lado», concluyó. Lo del director deportivo fue otra cosa. Bromas fuera de lugar y pocas respuestas. La fuga de Thiago al Bayern seguirá siendo toda una incógnita, más allá del deseo del jugador. Zubi dejó en mal lugar al club en este caso al no aclarar todo lo que pasó.

Vive el Barça sumido en una guerra de guerrillas desde el pasado jueves. Los fantasmas del pasado han reaparecido y campan a sus anchas por el Camp Nou y en las redacciones de varios medios de comunicación. Guardiola dinamitó la aparente estabilidad del club con unas declaraciones muy duras contra la directiva y también contra Tito Vilanova. El técnico del Barça lleva un año intentando esquivar las preguntas sobre su relación con Guardiola, pero ayer se sintió obligado a responderle. «Sus palabras me sorprendieron, creo que no estuvo acertado. No creo que la directiva haya utilizado nunca mi enfermedad contra él. Yo, y toda mi familia, nos hemos sentido muy respaldados por toda la junta y los trabajadores del club; nos lo han hecho más fácil», comenzó. Sólo estaba calentando motores. «Hay gente que ha cogido un avión para visitarme en Nueva York. A Pep lo vi una vez cuando fui dos días. Pero cuando tuve que estar más de dos meses después de ingresarme y operarme, no nos vimos y no fue por mi culpa. Es mi amigo y le necesitaba, pero decidió no estar a mi lado. Yo hubiera actuado de otra manera», espetó Tito con tanta contundencia como aparente calma. Minutos más tarde, pondría la puntilla: «Yo estaba solo después de operarme, el que necesitaba que alguien me ayudara era yo». A pesar de todo, el técnico reiteró varias veces que son «amigos» y desmintió que convertirse en su sucesor fuera el origen del problema entre los dos: «Él lo sabía todo y me animó a ser entrenador, no creo que el problema esté ahí». La respuesta de Zubizarreta a toda la polémica con Guardiola habla por sí sola: «Después de pensarlo mucho, he decidido no hablar de este tema».

La venta de Thiago al Bayern de Múnich fue el otro tema que centró la primera comparecencia de la temporada de Vilanova y Zubizarreta. «Yo quiero jugadores que quieran triunfar en el Barça. Me hubiera gustado que Thiago se quedara, pero si quiere jugar en el Bayern que se vaya al Bayern. Le aprecio mucho e intenté que se quedara, pero él sabía la competencia que había y sigo pensando que Xavi, Iniesta y Cesc están mejor para los partidos importantes. Eran cuatro para dos puestos, un cincuenta por ciento, y cuando estuvo sano jugó la mitad o más», resumió Tito. Zubizarreta, por su parte, desveló que habló con el jugador antes de que concluyera la temporada para exponerle la situación e intentar que se quedara, pero se encontró con la negativa de Thiago, que ya había decidido irse. Unas palabras que no vinieron acompañadas de una explicación de por qué no se hizo nada en la recta final de la temporada para que su cláusula se mantuviera en 90 millones.