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Pep, «un poco nervioso»
215 periodistas de 11 países diferentes; un extraordinario aplomo para su juventud (42 años) y corta carrera como entrenador; toda una lección para Alemania de un «españolito» que habla cinco idiomas y que fue elogiado por su rápido aprendizaje del alemán; y, sin embargo, Pep Guardiola no ocultó que estaba «un poco nervioso» ante el reto aceptado de mantener al Bayern de Múnich en lo más alto, después de la hazaña de Heynckes: triplete y Supercopa de Alemania, la pasada temporada.
De traje y corbata, acompañado de su familia y flanquedado por los dirigentes, a la par que grandes glorias del club -Rummenigge (presidente de la junta directiva), Uli Hoeness (presidente del club) y Matthias Sammer (director deportivo)-, y bajo una cariñosa pancarta de bienvenida ( «Herzlich Willkommen, Pep!»-«Bienvenido de corazón, Pep!»), Guardiola vivió ayer su presentación como nuevo técnico del Bayern de Múnich ilusionado, feliz, agradecido por la oportunidad y con dos premisas futbolísticas, que quiso dejar claras desde el primer día. Una, que el equipo no necesita una revolución; es campeón y apuesta por la continuidad del proyecto. Es más -dijo-, será él quien se tenga que adaptar a los futbolistas porque son diferentes a los del Barcelona. Y dos, su idea de juego. Muy simple: «Me gusta atacar, me encanta atacar; es mi idea del fútbol». Y pidió tiempo, cuando se le pregunta por qué es lo que puede mejorar del Bayern, porque está recién llegado. Aterrizó en Alemania anoche mismo. «Dejadme ir paso a paso. Lo primero es procurar mantener el alto nivel que tuvo el equipo con mi antecesor Jupp Heynckes». «Sé que es una liga muy difícil y que tendré que adaptarme muy rápido a nuestros jugadores y a los rivales», añadió.
Presion aparte, Guardiola definió su nuevo destino como «un regalo, una bendición». «Es un nuevo reto para mí. Mi tiempo en el Barça fue maravilloso, pero necesitaba un nuevo desafío. En el Bayern se me regalado esta oportunidad y estoy listo para dar lo mejor de mí mismo. En los grandes equipos siempre hay presión, soy consciente y estoy preparado para ello», transmitió Guardiola en alemán, idioma que alternó con el castellano, el catalán, el italiano y, en menor medida, el inglés.
Un deseo cumplido, que se gestó «hace dos años».
El presidente de la junta Directiva del Bayern, Karl-Heinz Rummenigge, reconoció que trabajaron «mucho para convencerle» y desveló que los contactos comenzaron «hace más de dos años» durante la disputa de la Audi Cup. «Tomamos café en aquella ocasión y notamos que le gustaba la filosofía del Bayern. Desde el primer momento tuvimos la sensación de que las dos partes se querían asociar y los contactos se intensificaron el año pasado». «Es una gran alegría, un gran orgullo y un gran desafío hacer venir a uno de los entrenadores más exitosos del mundo, y Pep lo es por lo que ha conquistado con el Barcelona. Cada vez que hubo grandes jugadores extranjeros en la Bundesliga, el fútbol alemán creció y creo que Pep también va a aportar. Va ser una etapa fructífera para el fútbol alemán», afirmó el ex jugador.
Mario Gómez, en el entrenamiento el miércoles
Pasado mañana mismo, Guardiola se pone el mono de trabajo. La mayor preocupación de la afición muniquesa es el futuro de Mario Gómez, algo en lo que Pep no quiso «mojarse» aún, ni Sammer, pues su alianza laboral comenzaba tras la presentación, y fue Rummenigge quien zanjó la cuestión al afirmar que el delantero estará «en el primer entrenamiento».
Serán Mattias Summer y Pep Guardiola, «dos obsesionados del fútbol» (así se definen; dícese del que «24 horas al día tiene el fútbol en la cabeza»), quienes pasados unos días, terminarán de perfilar las altas y bajas de la plantilla. Junto al de Santpedor, estarán cuatro hombres de su confianza. Pep conformará su equipo técnico con: «Doménec Torrent, será mi asistente. También están con nosotros Carles Planchart, Lorenzo Buenaventura, un fenómeno de la preparación física, y Manel Estiarte, que conoce perfectamente el entorno del deporte de alto nivel. Les agradezco que hayan venido con nosotros porque no es fácil dejar Barcelona», anunció el técnico.
Anecdóticamente, uno de los primeros partidos de la era Pep en el Bayern será un amistoso contra «su» Barcelona el 24 de julio, un encuentro ante el que no sabe qué sensaciones tendrá. «Lo que sentiré no lo sé, pero será para mí una cita especial».
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