Restringido

Piscinazo en la catedral

La Razón
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El fiasco del «partido fantasma» del pasado domingo, con derrota ante el Villarreal en un Calderón raro por el laberinto ultra, supuso un frenazo en seco y podía sembrar dudas en el Atlético. Y aunque San Mamés suele ser territorio hostil contra el Cholo desde aquel pisotón a Julen Guerrero, últimamente se les había dado bastante bien a los rojiblancos. Tampoco está este año el Athletic como para tirar cohetes, pero siempre es escenario difícil y rival complicado. Mucho más por las bajas que anoche castigaban al Cholo, quizá decisivas...

- Pim, pam, pum

El Atlético se presentó en Bilbao sin los sancionados Koke y Mandzukic, ahí es nada, sin su cerebro y pasador y sin el depredador del área, el más difícil todavía. Simeone puso en la nueva Catedral dos «parches Sor Virginia», otra ocasión para el canterano Saúl y Griezmann, que debe ser titular sí o sí. El francés explotó su velocidad por entre los centrales bilbaínos, amén de empatar el partido (¡de cabeza!) nada más arrancar el segundo tiempo cuando el Athletic iba por delante con testarazo de Mikel Rico en jugada a balón parado, acabaría siendo el «juez de la horca».

- Se tiró Tiago

Porque tras la igualada se produjo la polémica del partido, piscinazo de Tiago cuando encaraba a San José. El árbitro, Hernández Hernández, se zambulló en el agua y pitó penalti que Raúl García no perdonó. Y luego ya el zurdito francés le hizo otro agujero a la zaga bilbaína, sentenciandol duelo con un «hat-trick» monumental, aunque en su tercero estaba en fuera de juego. Falló el colegiado, pero Griezmann salió bajo palio en la Catedral.