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Pizzi, la segunda apuesta fallida en el banquillo en menos de un año

La destitución del hispano argentino Juan Antonio Pizzi como entrenador del Valencia ha supuesto la segunda apuesta fallida del club de Mestalla en menos de un año, el tiempo que lleva Amadeo Salvo en la presidencia de la entidad y que ya relevó del cargo al serbio Miroslav Djukic en diciembre pasado.

La destitución de Pizzi al frente del Valencia llega a tan sólo cinco días de iniciarse la pretemporada y en una caótica situación institucional, ya que la compra del club por parte del singapurés Peter Lim sigue sin concretarse desde que el proceso se iniciase el pasado 17 de mayo.

Así, a falta de conocer que sucede con la propiedad del club, el Valencia se ha quedado sin entrenador a pocos días de la vuelta al trabajo, si bien, desde la aparición de Lim en el panorama valencianista y la sociedad que forma con el agente de futbolista portugués Jorge Mendes, se ha asociado al también luso Nuno Espirito Santo al banquillo valencianista.

Se da la circunstancia de que Pizzi se fue de vacaciones como técnico del Valencia para la próxima temporada, basado en el año de contrato firmado que le restaba y ratificado en el cargo por Salvo y el director deportivo, Joaquín Pérez 'Rufete', a pesar de que el equipo no había logrado el objetivo mínimo marcado de clasificarse para disputar competición europea.

Haberse quedado fuera de competición europea por primera vez en diecisiete años no fue impedimento para que Pizzi fuera ratificado en el banquillo del equipo valencianista, que en la Liga Europa llegó hasta las semifinales y fue eliminado por el Sevilla por un gol en el último minuto de la eliminatoria.

Pizzi se hizo cargo del equipo a finales de diciembre tras la destitución unas semanas antes de Djukic, que fue destituido por el 16 de diciembre de 2013 tras una derrota por 3-0 ante el Atlético de Madrid en la decimosexta jornada de Liga que dejaba al equipo en la novena plaza de la clasificación.

Curiosamente, como sucedió con Pizzi, a Djukic tampoco le sirvió una ratificación de Salvo en el cargo. Si al primero se le garantizó que lideraría el proyecto de la temporada 2014-2015, en el caso del serbio Salvo llegó a asegurar en septiembre: "Djukic acabará la temporada pase lo que pase", lo que no fue obstáculo para destituirlo dos meses y medio después.

Pero la llegada del equipo de Pizzi no supuso un cambio radical en el equipo, ya que si bien adquirió un determinado patrón de juego del que antes carecía y rindió a buen nivel en algunos partidos de Liga Europa se mantuvo irregular hasta el punto de mejorar en liga sólo una posición en la que lo dejó Djukic, al quedar finalmente octavo.

Así, una victoria ante el Barcelona en el Camp Nou (2-3) y un empate en el Santiago Bernabeu era alternado con derrotas ligueras en casa y como visitante ante rivales de menor entidad, del mismo modo que en Europa ofrecía la doble cara de perder ante el Basilea en Suiza por 3-0 y doblegar a los helvéticos en Mestalla por 5-0 en la vuelta.

La escasa fortuna del Valencia con sus entrenadores se prolonga a los dos últimos años, pues hace dos temporadas, con Manuel Llorente en la presidencia, el equipo inició la campaña con el argentino Mauricio Pellegrino pero también fue relevado en diciembre, de 2012, tras caer en casa por 2-5 ante la Real Sociedad y con el equipo en mitad de la tabla.

Por Pellegrino llegó Ernesto Valverde, que supuso un auténtico revulsivo para el equipo hasta el punto de hacerle escalar en la clasificación hasta el quinto puesto y haber peleado hasta la última jornada por una plaza en la Liga de Campeones, que finalmente perdió en favor de la Real Sociedad.

A pesar del deseo del Valencia de que Valverde continuase al frente del equipo, la inestabilidad que vivía el club valencianista -que a día de hoy incluso ha aumentado- y una buena oferta económica y deportiva del Athletic Club hicieron que el técnico extremeño cambiase de aires.

Ahora, el Valencia se encuentra en una comprometida situación tanto en el plano institucional, por un documento de compra del club por parte de Lim que no llega, como deportiva, por haberse quedado sin entrenador con la pretemporada a la vuelta de la esquina.