Preocupación defensiva en el Atlético

Cinco goles en contra en dos partidos, tres el pasado martes en la Liga de Campeones frente al Olympiacos y dos este sábado ante el Celta en la Liga, provocan preocupación defensiva en el Atlético de Madrid, cuyo inicio de curso presenta alteraciones en la firmeza atrás que demostró la pasada temporada.

La visita a Grecia, con errores en las tres dianas que causaron la primera y única derrota de la campaña, y el duelo del sábado en el Vicente Calderón, con una indecisión de Diego Godín y Miguel Ángel Moyá en el 0-1 y un penalti que supuso el 2-2, interrumpieron la fiabilidad que siempre ha demostrado el equipo en la retaguardia.

"Nos preocupa que nos metan tantos goles de la manera que lo están haciendo. Tenemos que mejorar sobre todo defensivamente los jugadores de arriba y los jugadores que estamos atrás para ser mas compactos, pero estoy convencido de que vamos por el buen camino y el trabajo del equipo se va a notar rápido", valoró Gabi Fernández, el capitán del Atlético, minutos después del empate ante el Celta.

"Es una de las cosas que a mí como defensa y a todos nos duele, porque lo que queremos es mantener solidez defensiva, que no nos hagan goles y en dos partidos nos convierten cinco... Hay que dar un poquito más de parte de todos y exigirnos más. Después, el equipo está bien; se ve que está fuerte", analizó el uruguayo Diego Godín.

El bloque rojiblanco, prácticamente inabordable en defensa durante la pasada campaña, tampoco presenta números demasiado diferentes en ese aspecto respecto al comienzo del anterior curso. Si ahora enlaza ocho tantos en contra en siete encuentros; hace un año inició el ejercicio con seis en ese mismo número de partidos.

Al final de la temporada fue campeón de Liga y finalista de la Liga de Campeones con formidables cifras atrás: 45 goles en contra en los 61 encuentros que disputó el pasado ejercicio; 26 de ellos en 38 duelos de la competición liguera, de la que fue el conjunto con menos tantos en su portería con una diferencia de siete respecto al segundo clasificado del torneo y de esa estadística: el Barcelona.

Sí cambia el comienzo del curso en puntos. El Atlético completó hace un año sus primeras cuatro jornadas del campeonato con un pleno de triunfos que se prolongó hasta la octava cita; ahora, en cuatro choques de Liga, ya ha cedido cuatro puntos, más de la mitad de los que perdió (7) en toda la primera vuelta en 2013-14.

Los dos últimos este sábado contra el Celta con dos goles en contra, el primero le sorprendió hasta al propio autor del tanto, el chileno Pablo Hernández -"como la pude haber tirado a la tribuna salió dentro del arco", admitió tras el choque-, y el segundo fue de penalti, transformado por Nolito en el inicio de la segunda parte.

"No hay que achacar (la acción del penalti del brasileño Joao Miranda sobre Carles Planas y que originó el 2-2 en el minuto 52) a echarse para atrás. Para seguir creciendo hay que estar más compactos, crear más ocasiones y que te hagan menos. Entonces tenemos que mejorar sabiendo que el trabajo lo estamos haciendo bien y que van a llegar los resultados", añadió Gabi.

"El primer gol es raro y el segundo es un penalti. Ninguna de las dos pelotas iban hacia la portería y también es verdad que en estos dos últimos partidos de Liga dos de los tres goles fueron de penal, pero está claro que hay que buscar siempre mejorar y está claro que cuantos menos goles recibas más posibilidades de ganar tienes", dijo, por su parte, el argentino Diego Simeone al término del duelo.

"Me parece que de todos los partidos que hemos jugado en estos últimos días (el de este sábado ante el Celta) ha sido el mejor (...) Le doy mucho valor a la reacción que tuvo el equipo, de los mejores partidos en ataque que hicimos y, al mismo tiempo, siendo compactos defensivamente para que no nos hagan contragolpes", añadió el técnico, cuyo equipo tuvo mucho volumen ofensivo y de ocasiones.

Los dos goles del Atlético procedieron de la estrategia -seis suma de esa forma de los diez que ha anotado en esta campaña- y el resto de oportunidades, con una decena de remates rojiblancos entre los tres palos, acabaron en la soberbia actuación de Sergio Álvarez, el portero del Celta, con el que chocaron Antoine Griezmann, Raúl Jiménez, Tiago Mendes y un equipo al que le faltó pegada y un gol.