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Real Madrid

«Profesional hasta el final»

José Mourinho sigue trabajando como si fuera a continuar en el club larazon

La vida sigue y para José Mourinho nada ha cambiado después del anuncio de su marcha «de mutuo acuerdo» con el Real Madrid. «Es profesional hasta el último día», destacan en el club. Ayer dirigió el entrenamiento, a puerta cerrada como es su costumbre, y después siguió trabajando en Valdebebas. Estuvo viendo vídeos para preparar sus dos últimos partidos como entrenador del Madrid, el domingo contra la Real y el sábado siguiente contra Osasuna. El portugués siempre ha sido muy exigente con su trabajo y con el de sus colaboradores y ayer, a pesar de que ya sabe que no continuará, no se permitió un momento de relajación.

Ayer era el primer día que se «enfrentaba» cara a cara con sus jugadores después de conocer de manera oficial que la próxima temporada tendrán otro entrenador. Las relaciones con los futbolistas no han cambiado, sigue teniendo muchos más en contra que a favor, pero todos reconocen el trabajo y la profesionalidad del técnico a la hora de plantear los partidos. Es por otros motivos por los que se ha acabado rompiendo su relación con los futbolistas y con el Real Madrid. Muchas de las fracturas llegaron en la sala de prensa, donde atacó a los jugadores, a la Prensa, a los rivales y hasta al propio club. Aunque en el club no sólo le culpan a él de las fricciones, especialmente con la plantilla. Por ejemplo, cuando dijo que el único problema de Pepe se llamaba Varane, estaba reproduciendo el mensaje que se había interiorizado dentro de la entidad. Mourinho es consciente de todo ello y permanecerá en silencio hasta su despedida como entrenador del Madrid. Si no cambia de opinión. La próxima vez que se oiga su voz en público será en su presentación como nuevo entrenador del Chelsea. «Mou» sabe que hay gente «esperándole» y no quiere alimentar a sus enemigos. En la previa de la final de Copa ya dejó solo a Sergio Ramos como representante del Real Madrid ante los medios mientras en el Atlético de Madrid comparecían Falcao, Gabi y Simeone, es decir, la estrella, el capitán y el entrenador. El técnico portugués estaba dispuesto a comparecer, pero sin condiciones. Cuando Mourinho se sienta delante de un micrófono lo hace dispuesto a ir siempre a la guerra. Por eso, ante la imposibilidad de contenerlo, algunos miembros de la entidad le recomendaron que no ofreciera la conferencia de prensa previa a los grandes partidos. Algunos miembros del club siempre han destacado la coherencia de Mourinho, pero también le dijeron que, si no hablaba él, tampoco lo haría Karanka. Salió solo Sergio Ramos, pero Aitor continuará ejerciendo de portavoz del portugués en los dos encuentros que quedan para terminar la Liga y su etapa como entrenador del Real Madrid.

El técnico espera ahora la decisión del Comité de Competición, que tendrá que juzgar su expulsión en la final de Copa. Existe la posibilidad de que le sancionen con más de dos partidos y no vuelva a tener que sentarse en un banquillo del que quería escapar desde hace tiempo. Si fueran sólo dos los tendría que cumplir en la Copa el año próximo. Aunque el portugués se defendió en la conferencia de prensa con el argumento de que sólo había salido una vez a la zona técnica en la que Simeone vivía, dio la sensación de que había algo de premeditación en su expulsión. «Parecía un entrenador de baloncesto cuando fuerza una técnica para cambiar el arbitraje», dicen algunos.

A Mourinho le quedan 12 días como entrenador del Real Madrid y, de la misma forma que anunció que no cobraría «ni un euro más de lo trabajado», tampoco dejará de trabajar ni un día antes de su salida.