Hasta la siguiente oportunidad

Ramos se entrenó y estará en Villarreal. Nacho, que ha jugado en su ausencia, va a ser titular hoy, pero después le cederá el puesto

A punto estuvo Nacho de cambiar el rumbo del Real Madrid esta temporada si su remate de volea contra el Sevilla hubiese ido dentro, en vez de al palo. Había marcado ya en el partido anterior contra el PSG y estuvo muy cerca de hacerlo ese día, antes de que el choque se torciera para el conjunto blanco y cambiara el imbatible comienzo del equipo de Benítez. En un otoño lleno de sucesos de todo tipo, Nacho está teniendo un protagonismo inesperado y siempre con la calma con la que ha ido haciendo carrera. En el último año de Ancelotti disputó 1.088 minutos en un total de 22 encuentros. En diciembre de esta campaña, el canterano lleva 908 en sólo 12 encuentros. Juega como nunca. «Estoy preparado para cuando el míster me necesite y sabe que voy a estar ahí», decía ayer. De los últimos cinco partidos de Liga, ha jugado enteros cuatro y en «Champions» ha estado en todos menos en el choque de París. Hoy, contra el Malmoe, en un día sin importancia, se va a situar en el centro de la defensa, probablemente junto a Pepe. Pero es un partido con sabor a despedida. Ayer Ramos se entrenó con el resto de los compañeros y aunque no entró en la convocatoria, Benítez anunció que sí va a jugar el domingo contra el Villarreal, el duelo más importante del Madrid hasta final de año. «Estudiamos los dos partidos de esta semana, que están enlazados», aseguraba Benítez ayer cuando hablaba del encuentro de «Champions» de esta noche. Hoy es día para que los lesionados de alta vayan cogiendo minutos y para que jueguen futbolistas que no lo van a hacer en choques más trascendentes. Y también para que Nacho cierre su primer ciclo esta temporada hasta que llegue su siguiente oportunidad.

«En ningún equipo del mundo creo que haya tres centrales como en el Real Madrid, pero entrenando bien siempre tendré posibilidades», decía ayer el canterano, consciente de que se le agota este pequeño hueco. No estuvo en los primeros cinco encuentros de Liga, pero luego ha resultado decisivo. En cuanto vuelva Sergio Ramos, será el primer suplente. En cuanto se recupere Varane, el segundo. Con la competencia que existe en la plantilla, Nacho necesita tener paciencia y esperar. Nunca ha jugado más de cinco encuentros seguidos en Liga y su récord como titular son 13 partidos en la temporada 2013-14. En ésta ya lleva 9. Puede superar su mejor marca.

Aunque las lesiones casi son un drama para el equipo, para Nacho son una puerta para sentirse futbolista y útil: «Hemos tenido mala suerte con la plaga de lesiones porque en cada partido se nos cae uno. Lo importante para mí es dar todo en cada encuentro y cuando el míster me necesite», afirma. Es el discurso que mantiene desde siempre. Es un hombre para los momentos de emergencia. «Llevo tres años con estos tres defensas», reconoce, y se ve que se ha acostumbrado a vivir a su sombra. Sabe que tiene asegurada una media de partidos en el Madrid y, sobre todo, que en ese vestuario hace menos frío que fuera. Su hermano Alex, que creció en la cantera con él, se marchó al Espanyol en busca de oportunidades y ahora juega en el Reading, tras pasar por el HNK Rijeka.

Casado, con una hija pequeña, cerca de acabar INEF, llegó al Alevín A del Madrid en 2001 y desde entonces ha ido subiendo de categoría hasta llegar al primer equipo sin apenas lesiones, jugando donde le digan y sin llamar la atención más que por su fútbol. Ayer, buscando la polémica, le preguntaron por el tuit de Piqué. «Cada uno pone lo que quiere. Yo no lo haría –dijo ayer–. Pero es mejor ignorarlo que darse por aludido».