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«¡Raúl, Selección!»
Un Bernabéu lleno despidió a su leyenda. Jugó la primera parte con el Real Madrid, con el «7» y de capitán. Marcó el primer gol de la noche. Recibió del Rey una Cibeles pequeñita. Fue un adiós emocionante
madrid- «Quiero que vivas para siempre», decía la canción que acompañaba las imágenes de Raúl de los videomarcadores antes de que comenzara el homenaje del Santiago Bernabéu. Raúl vivió la noche que se merecía, con un estadio entregado, agradecido y que conservará para siempre en su memoria, como ocurre con otros mitos de la historia madridista. Antes de las diez de la noche, saltó Sergio Ramos al mando del equipo para los ejercicios de calentamiento y el estadio, aún a medio llenar, estalló en aplausos y entusiasmo. Al lado del defensa, Raúl González Blanco, como un futbolista más, con sudadera azul y pantalón blanco. Como cuando formaba parte del equipo y una carrera suya bastaba para cambiar el ánimo del estadio. Raúl corría y entonces nada parecía imposible.
El protagonista parecía tranquilo, aplaudía, miraba a las gradas y mostraba serenidad pese a que iba a vivir su último día como futbolista del Madrid, sus últimos 45 minutos junto a Casillas, a Ramos, a Kaká y a Cristiano Ronaldo. La última vez, esta vez sí, que se ponía el «7». Sus hijos pequeños, que no se acordaban de que su padre ya había jugado con Cristiano, pudieron quedarse con el recuerdo para siempre.
También su último día con la afición del Bernabéu, tan emocionado como el futbolista. Anoche, los madridistas rescataron la camiseta de Raúl, que habían guardado para la nostalgia de cuando todos fuimos más jóvenes. Ayer la lucieron con orgullo casi todos lo que acudieron al Bernabéu de cualquier lado de España. Querían despedir al futbolista que les llenó tantas tarde de fines de semana. El que estuvo en las tres últimas Copa de Europa. «Raúl, Raúl, Raúl», retumbaba en las gradas repletas. Lo que era un grito de guerra hace años, se convirtió ayer en un grito de agradecimiento. Había personas mayores, pero también niños o jóvenes que empezaron a ver fútbol con Raúl y con su estilo se engancharon al Real Madrid.
La emoción estaba en el aire, en los «flashes» de los móviles, en los padres que acompañaban a niños que es imposible que tengan algún recuerdo de Raúl. «El Santiago Bernabéu recibe a una leyenda del madridismo, Raúl González Blanco», dijo el «speaker». El futbolista salía el último al campo, en un pasillo formado por jugadores de la cantera, posaba con la colección de trofeos conseguidos y subía al palco, donde tantas veces subió para recoger títulos. Saludaba a Metzelder por el camino y recibía una Cibeles en pequeño de manos del Rey, y después se abrazaba a Florentino, al ministro Wert y a su mujer y sus hijos. Mientras el estadio gritaba: «¡Raúl, Selección!», otro grito que siempre fue una declaración de principios y ayer era una declaración de amor más allá de la retirada.
Con el trofeo en la mano, Raúl dio una vuelta al centro del campo, posó con el equipo, bromeó con Cristiano Ronaldo y recibió de Iker Casillas el brazalete de capitán, para que lo fuera durante la primera parte. La segunda la jugó con su actual equipo qatarí. Después se vio a Raúl, como siempre, entregándose, que hasta los amistosos son en serio, y buscando paredes con sus compañeros madridistas. Había cierta nostalgia en el estadio porque cada minuto que pasaba de la primera mitad era un minuto menos de Raúl como madridista. Pasaba el partido, Raúl corría y en el minuto 20 Di María lo vio desmarcándose, le pasó el balón, Raúl controló, como si fuese ayer y no hace tres años la última vez que lo hizo, marcó, corrió a la banda y con los pulgares se señaló la espalda: el siete, señoras y señores, Raúl.
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De las lágrimas al último «olé»
Al acabar la primera mitad, en la que Raúl vistió la camiseta madridista y fue el capitán, corrió hacia Casillas y le pasó el brazalete. Después, tuvo otro detalle significativo. Se quitó la camiseta y pilló a Ronaldo. Le paró y le dio el «7». El testigo de una leyenda a otra. Fue su último gesto como futbolista del equipo blanco. Y al acabar el encuentro se puso la camiseta del Madrid otra vez y dio la vuelta al campo, y con un capota, como le había pedido el público, dio sus últimos lances.
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-. Ficha técnica:
5 - Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Nacho, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Modric; Di María, Kaká, Cristiano Ronaldo; y Raúl. También jugaron: Diego López, Carvajal, Pepe, Mateos, Isco, Özil, Jesé, Morata, Benzema.
0 - Al Sadd: Al Sheeb; Nabeel, Zakariya, Jung-Soo, Kasola, Hassan; Khalid, Belhadj, Talal Ali, Leandro; y Ahmed. También jugaron: Raúl, Mesaad, Abdulraab, Naim, Niang.
Goles: 1-0, m.23: Raúl. 2-0, m.59: Isco. 3-0, m.79: Benzema de penalti. 4-0, m.81: Jesé. 5-0, m.89: Jesé.
Árbitro: Velasco Carballo (colegio madrileño).
Incidencias: XXXV edición del Trofeo Santiago Bernabéu, disputado en el estadio madridista ante la presencia de 85.500 espectadores. El Rey Juan Carlos presidió el homenaje a Raúl en el palco de honor y le hizo entrega de una placa. El ministro de Educación, José Ignacio Wert junto a otras personalidades también acudieron al partido.
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