Las imágenes que no se vieron de Mbappé alucinando con el Bernabéu... y la imitación de Tomás Roncero

Al acabar el encuentro en París, la sensación de decepción inundó al Real Madrid, que había sido inferior al PSG, pero que había pensado ya que se iba sin ningún gol en contra. El partidazo de Mbappé, sin embargo, tuvo premio y el PSG marcó un gol. Pero el paso de los días ha borrado el recuerdo de lo sucedido y lo ha sustituido por la esperanza y por el nerviosismo de las grandes ocasiones. El partido contra la Real Sociedad dejó tan buena huella que el madridismo espera hoy vivir una de esas noches inolvidables, tan lejanas ya por culpa de la pandemia. El Bernabéu se va a llenar, se ha quedado a las 19:00 horas para recibir el autobús y el entusiasmo puede contra todo. «Lo importante es que podemos disfrutar del apoyo de la afición, que es una fuerte motivación. Veo al equipo bien, motivado, tranquilo y vamos a sacar lo mejor», decía ayer Ancelotti, que fue el primero en recurrir al aspecto emocional tras el tardío tanto de Mbappé en la ida.

El delantero francés fue la estrella en la ida y es el gran protagonista en la vuelta. En el entrenamiento del PSG en el Santiago Bernabéu, sus caras ante un estadio en obras, dispuesto a recibirle casi acabado han sido virales. Es un Mbappé impresionado.

En la ida, el Madrid, superado por la presión del rival, sin poder jugar, se refugió atrás, dispuesto a resistir y esperar el choque de vuelta. El plan le salió medio bien porque sólo se llevó un gol, pero perdió a Casemiro y Mendy, dos jugadores clave en el aspecto defensivo.

Para sustituir al francés, Ancelotti no ha dudado. Marcelo no está para disputar ya este tipo de encuentros, mientras que la opción de partir la pareja de centrales Alaba-Militao suena arriesgado. Lo normal es que Nacho sea el lateral que se enfrente a Neymar. Para el centro del campo, hasta que un par de horas antes no se sepa la alineación, es difícil conjeturar si Kroos está listo o no.

En el PSG, Pochettino duda con su portero, algo que ha estado haciendo durante toda le temporada, y tampoco está claro si va a repetir el trío de ataque, con Di María, lo que le da, además de desborde, trabajo, o apuesta por Neymar para buscar las espalda del Madrid. «No olvidemos que Neymar fue fichado para tratar de ganar la Champions. Dejemos que mañana un jugador como él muestre su talento», dijo el argentino. Pero un día antes había expresado su opinión de que estaba pensando en jugar con Di María. El brasileño defendió que jugar con tres arriba no desequilibra al equipo: «No estoy de acuerdo con eso. Si quieres comparar, en el Barcelona jugábamos igual. Atacábamos igual y defendíamos de la misma forma. Vamos a hacer lo mismo que hicimos en París. Intentar hacer un gran partido, que es lo que debemos hacer. Es una opinión, la respeto y a ver si cambia después del partido».

El PSG parte con un gol de ventaja, lo que le da un leve favoritismo y le puede permitir afrontar el choque desde una situación en la que se desenvuelve bien: ir sin prisa, sin tanta ansiedad arriba y matar en las llegadas. Sabe el PSG que nada va a ser igual que en París, porque el Madrid ha mejorado su optimismo y tiene lo que no tenía en París: una afición entusiasmada que lleva años sin poder juntarse en masa para ver a su equipo.

El PSG de Messi, de Neymar y sobre todo de Mbappé es la excusa perfecta para dejar atrás toda la pandemia y volver a ver al Real Madrid de toda la vida.