Real Madrid

Ancelotti: “A por el miércoles”

El entrenador del Real Madrid cantó en Cibeles y pidió al Bernabéu el mismo ambiente ante el City

Ancelotti contestaba a las preguntas con los ojos húmedos y la voz rota. Acababa de convertirse en el único entrenador de la historia del fútbol en ganar un título en las cinco grandes Ligas europeas, pero su emoción tenía también otro origen. «Es algo genético, a mi padre y a mi abuelo también les pasaba. Y esto significa que estoy muy feliz. Me gusta lo que hago», explicaba el técnico que le acababa de dar al Real Madrid su título liguero número 35. Conseguir el objetivo hizo que el italiano se rompiera, porque no esperaba la llamada de Florentino Pérez para sacarlo del Everton y volverlo a colocar donde más ilusión le hace. «Quiero darle las gracias al presidente», volvía a decir con la voz débil y cerca de las lágrimas.

Ancelotti ha entendido perfectamente lo que supone dirigir al Real Madrid y que, aunque se consiga la Liga cuatro jornadas antes del final, algo que no hacía nadie desde que lo hicieran los blancos en la década de los 70, este club quiere más. Y ese más ahora mismo es dentro de pocos días, también en Chamartín y ante el City, en busca de la final de la Champions. «A la afición le digo que enhorabuena y que nos vemos el miércoles. Este ambiente va a ser importante para clasificarnos», comentaba el entrenador blanco, que se animó a ponerse la camiseta conmemorativa y a bailar en el grupo colectivo en el centro del campo.

Carlo es uno de esos jefes enrollados y no se había planteado en ningún momento ponerle freno a sus futbolistas si había título contra el Espanyol. «La celebración es algo bueno en el aspecto mental. Somos profesionales y esta noche celebramos lo que podamos todos juntos. Mañana entrenamos y el miércoles jugamos un partido importante. Vamos a estar listos aunque celebremos. Esperemos que nadie se haga un corte en un pie, creo que no va a pasar. Tenemos que disfrutar», explicaba Ancelotti en Movistar, convencido de que la Liga sólo puede significar un empujón más para la remontada en Europa.

El Real Madrid le debía una noche de fiesta a su afición, que se mantuvo en casa por responsabilidad hace dos temporadas, cuando los blancos ganaron con Zidane la Liga de la pandemia. «Entonces no la pudimos disfrutar con ellos, con la afición, así que ahora sí lo vamos a hacer. Mucha gente, muchas familias lo pasaron mal, fue una época difícil», añadía Casemiro, aunque rápidamente algo le hacía click en su cabeza de jugador importante del Madrid. «El miércoles hay un partido importante y no se puede celebrar mucho», recordaba el brasileño.

Unas horas de paréntesis eran necesarias y las aprovecharon para subirse al autobús descapotable e ir hasta Cibeles, donde el público ya esperaba desde pocos minutos después de terminar el partido y donde el entrenador cumplió su promesa y se atrevió con un cántico típico de la grada antes de insistir con lo que viene por delante: «¡A por el miércoles!, gritó al madridismo.