Así gana el Madrid

Ancelotti desvela el secreto del vídeo que puso a los jugadores para la remontada ante el City

El técnico italiano reconoce que puso a sus futbolistas las ocho remontadas que ha hecho el Real Madrid esta temporada: “Faltaba una más”, dijo en Movistar

Carlo Ancelotti celebra con sus jugadores la victoria ante el Manchester City en el Santiago Bernabéu
Carlo Ancelotti celebra con sus jugadores la victoria ante el Manchester City en el Santiago BernabéuRodrigo JiménezAgencia EFE

Después del partido, de meterse en la final de la Champions del próximo 28 de mayo en París ante el Liverpool, Carlo Ancelotti desveló ante las cámaras de Movistar el secreto del vídeo motivacional que puso a sus futbolistas antes del partido ante el Manchester City. “Les he puesto las ocho remontadas que hemos hecho esta temporada, y el vídeo terminaba diciendo que faltaba una más”, confesaba el técnico, que sólo podía atribuir lo sucedido al peso del escudo del Real Madrid. “La grandeza de este club es lo único que lo puede explicar. Sólo esto. No te permite bajar los brazos cuando parece que todo ha terminado y te hace creer. El partido ha sido competido ante un rival muy fuerte. Y cuando parecía que todo se acababa, hemos buscado la última energía”, explicaba el técnico después de otro episodio que ya es historia

Noventa minutos en el Bernabéu son «molto longos», pero esta vez, parecía, que no le iban a bastar al Real Madrid para un nuevo milagro. Eso parecía, porque el argumento de la película resulta que llevaba más al límite el momento en el que le protagonista se salva de caer por el precipicio En el último filo estaban los blancos cuando apareció esa chispa que lo incendiase todo y que, parecía, que no iba a llegar. Parecía... Frente al PSG fue en ese mágico minuto 60 cuando Benzema encendió la luz presionando a Donnarumma. Una acción llena de fe que dio paso a uno de los derrumbes más grandes de los últimos tiempos.

En cuartos, el momento de magia esperó a que el Chelsea ya hubiese remontado. Entró Rodrygo y encontró un rinconcito a la espalda de los centrales para que Modric le pusiera un balón perfecto con ese exterior del pie que mueve montañas. De allí a la prórroga y a otra clasificación que parecía impensable. La tercera noche de éxtasis, parecía que no iba a llegar, pero lo único que sucedía es que el espíritu del Bernabéu se tomó más tiempo para aparecer. Otra vez Rodrygo surgió para confirmar que nació para hacer milagros en Champions. Y Camavinga, que reinó en el centro del campo mientras Casemiro, Kroos y Modric animaban desde el banquillo. Si hay una forma de coger el testigo de esa sala de máquinas, el francés eligió la más impresionante: hacerse gigante y transformar una final de Champions casi imposible en una realidad.

Ancelotti pedía la magia del Bernabéu y Benzema dijo que iban a hacer otra cosa mágica, ganar. Y así fue aunque parecía más imposible que nunca. El italiano tiene la opción de hacer ese triplete en el que pocos creían cuando firmó su vuelta al club, en la que será su quinta final de la Liga de campeones en el banquillo. Se abrazó a su hijo Davide durante un minuto largo cuando el árbitro pitó el final y volvió el ritual de cada noche en Madrid en esta Champions.

«No hay sensación mejor, ni se puede explicar. La gran virtud de este club es no rendirse nunca, pelear hasta el final, y eso hemos hecho este año. «El Real Madrid es esto», decía Casemiro en Movistar. «En una palabra, Real Madrid. El 1-1 llega, quedan seis minutos y sabemos que todo es posible», añadía Courtois, alucinado como todos.