La respuesta de Vinicius a las amenazas racistas antes del Real Madrid-Atlético

El derbi madrileño de Copa empezó antes de tiempo y de la peor manera posible, con una amenaza xenófoba y racista del Frente Atlético hacia Vinicius, con una pancarta y un muñeco colgado de un puente vestido con la camiseta del brasileño.

Un gesto lamentable que provocó una oleada de comunicados oficiales desde todos los lados: los clubes, la Liga, la Federación, el Presidente del Consejo Superior de Deportes y hasta de la Comisión Antiviolencia, que anunció una reunión extraordinaria el lunes en la Fiscalía General del Estado, «tras los deleznables episodios violentos que siguen sucediéndose en el entorno deportivo y social».

Un foco que siempre apunta a Vinicius, para el que Ancelotti pidió protección y aseguró no entender el porqué de que lo «aprieten» tanto. “Ha estado enfocado en el partido, como siempre, y el gol al final es un premio a todo el trabajo que ha hecho. Todo lo demás, que ha sido lamentable, lo dejamos de lado, decía el técnico del Real Madrid.

El brasileño está acostumbrado a esa presión externa y jugó los 120 minutos como siempre, intentándolo una y otra vez sin importarle si la jugada le salía o no. Fue recibido con su nombre cantado por la grada del Bernabéu, justo cuando el partido estaba a punto de comenzar, y el gesto que había previsto, de apoyo, en el minuto 20, quedó ahogado porque justamente antes había marcado Morata el 0-1.

No fue la actuación más brillante del delantero, que aún así estuvo cerca de hacer un golazo en la primera parte de la prórroga, con un caño dentro del área hasta que llegó a la línea de fondo y ya chutó sin ángulo. Suya fue, sin querer, la asistencia del gol de Benzema, al intentar rematar lo hizo en semifallo y el balón le cayó al francés para que pusiera por delante a los suyos.

Y también participó en la expulsión de Savic, con esa primera amarilla que vio el serbio en su pelea con Vinicius cuando quería quitarle la pelota para sacar rápido después de una falta.

Lo único seguro es que el brasileño no se iba a esconder ni tampoco Ancelotti lo iba a apartar del foco. De hecho, en los últimos minutos lo iba a cambiar, pero se lesionó Rodrygo, que había entrado en la segunda parte, y se mantuvo Vini en el césped. Vinicius jugó los 120 minutos. En el 119 se dio la penúltima carrera para entrar en el área y ponerle un balón a Benzema que no supo aprovechar y ya en el tiempo de descuento aprovechó su último gramo de energía para marcar el tercer tanto, un gol contra el racismo.