Los chicos de las remontadas del Real Madrid

Un gol de Rodrygo en el minuto 80 llevó a la prórroga la eliminatoria de cuartos de final de la Champions ante el Chelsea la temporada pasada. Y diez minutos más tarde, en el 90 y el 91, llegó su doblete para mantener con vida al Real Madrid en semifinales frente al City cuando parecía que todo estaba terminado. El jueves, en el Bernabéu, apareció el brasileño en el 79 para derribar la defensa del Atlético y volver a iniciar una remontada culminada después en la media hora de añadido. Es un auténtico microondas, un futbolista con la capacidad de entrar con los partidos empezados y apretar el botón adecuado para que todo cambie. Un escenario que le encanta al conjunto blanco y en el que el brasileño no está solo. Tiene compañeros que también se están especializando en reinar cuando el caos aparece, o incluso, en generarlo para que el rival no sepa por dónde le vienen los golpes.

Y para eso no hay nadie mejor que Camavinga, un futbolista que por su físico y su intensidad cabalga cuando las fuerzas empiezan a faltar y la tensión agarrota las piernas. Lo hizo el curso pasado en la Liga de Campeones, y lo repitió ante el Atlético al tener que convertirse en lateral izquierdo por la lesión de Mendy. La decisión de Ancelotti podía parecer equivocada, porque dejaba el centro del campo blanco sin el músculo del francés, pero lo que pasó fue que Camavinga se bastó para secar cerca de la banda a Nahuel Molina, que había sido de los mejores en la primera mitad, y para ocupar muchas otras zonas del campo y lanzar hacia arriba a los suyos. Si frente al Athletic había firmado su mejor actuación jugando de pivote defensivo desde que llegó al Madrid, camino de las semifinales de Copa fue influyente desde la banda, en ese rol de futbolista moderno con el que le define su entrenador.

La tercera pata de la remontada madridista fue Ceballos, una vez más entrando del banquillo para cambiarle la cara a su equipo, ordenarlo en el medio y organizando la salida del balón combinando juego en corto y cambios de juego. El andaluz se ganó la titularidad en San Mamés después de brillar en la segunda parte en Villarreal, y ante los de Simeone fue el primer cambio para tomar el sitio de Camavinga en el eje. Quiere seguir en el Madrid ahora que su contrato se acaba y está confirmando lo que decía Ancelotti sobre sus pocos minutos en relación a lo que mostraba en los entrenamientos.

La batalla copera dejó a Rodrygo y Militao tocados, pero disponibles para lo que viene y lesionado a Mendy, otra vez con problemas musculares y que se va a perder el próximo mes de competición. A cambio, Alaba, que puede ser lateral, y Tchouaméni están cerca de volver.