Fútbol

Real Madrid-Valencia (2-0): Asensio recupera su martillo

El delantero marcó un gol de los suyos para abrir el partido que se le estaba complicando el Real Madrid. Vinicius marcó el segundo y se llevó una patada criminal

Asensio marcó el primer gol del Real Madrid contra el Valencia
Asensio marcó el primer gol del Real Madrid contra el ValenciaGonzalo Pérez MataLa Razón

Estaban ya muchos madridistas afilando sus críticas a Asensio por todo lo que no había hecho en el partido contra el Valencia. Sobre todo no había marcado en las tres ocasiones claras que tuvo para romper el partido en una primera parte que empezó con ritmo y acabó siendo discreta. Asensio había dido titular por delante de Rodrygo, pero su influencia en el partido estaba siendo más negativa que positiva. Hasta que ya en la segunda parte cuando la ausencia de gol estaba empezando a ser más traumática que anecdótica recibió la pelota en el pico derecho del área, su lugar, allí donde es el mejor del mundo. Tuvo tiempo para colocarse, dar un par de pasos y pegarle a la pelota como sólo lo hace él.

Asensio, cada vez más especialista, desatascó el partido para el Madrid y le puso otra cara después de que la primera mitad se consumiera sin tantos, con un poco de aburrimiento y una rabia creciente contra el colegiado. Al Madrid, el paso de los minutos, no le sentaron nada bien y antes del descanso veía cada vez más lejos la portería de un Valencia ordenado, pero poco más, como si ya tuviera bastante con lo que tiene. Pero marcó en el último saque de esquina del primer tiempo. Rüdiger remató de cabeza, casi sin saltar y mientras lo celebra, el juez de línea indicaba algo al colegiado. Arbeloa Rojas escuchó al VAR, fue a ver la jugada y entendió, a cámara lenta, que Benzema hacía falta a Musah antes de que el defensa alemán rematara. Eso enfadó al Real Madrid, que necesitaba un tanto para quitarse el sabor agridulce de no haber marcado en el encuentro anterior contra la Real y que no podía dejar escapar al Barcelona.

Si la polémica no va a ir a más es porque el tanto de Asensio, en la segunda mitad, dio otro aire al encuentro y evitó cualquier conato de ansiedad en el Santiago Bernabéu. El Madrid vio más huecos y volvió a tener el dinamismo que lució contra la Real. Esta vez Ancelotti jugó con Kroos y Modric al lado de Ceballos (aclamado por el público) y ya después dio paso a Valverde y Tchouameni. Tiene cinco futbolistas preparados para tres posiciones, al igual que tiene a Asensio y Rodrygo peleando por la otra en el ataque. En este momento de la temporada es difícil determinar quién es suplente o titular y sólo la jerarquía de los partidos y los onces que saque el italiano van a poner algo de orden en quién está por delante..

Con ese centro del campo, el Madrid fue más inconstante en el juego, quizá porque la falta de gol le pesaba más de lo que quería y porque el Valencia renunció a otra cosa que no fuera defender. Además, se unió el bajón que te da cuando se te lesiona un futbolista importante, como fue el caso de Militao. Todo eso: la falta de goles, que el juego se cayó, la lesión de Militao y el árbitro pesaron demasiado en el ánimo del equipo.

El zambombazo made in Asensio abrió la puerta para que entrara aire, hizo olvidar al colegiado y centró a todo el mundo en lo importante: marcar. El Valencia se vio con un gol en contra y sin ningún argumento para dar la vuelta a eso. Y menos aun cuando Vinicius recorrió el campo, se tiró la pelota lejos, llegó y puso, con el interior, la pelota cruzada y dentro de la portería. Había estado algo más confuso el brasileño, pero volvió a dejar su huella.

Y se la dejaron a él, sin venir a cuenta, pero muy acorde con el clima que se ha creado alrededor de lo que hace Vinicius. Paulista, en una jugada posterior, cuando Vinicius le regateó le soltó la pierna con toda la rabia del mundo. Es la imagen que se podrá poner ahora cuando se diga que a Vinicius no le pegan o que si le pegan es por algo.

El árbitro, esta vez, no dudó. Expulsó a Paulista y Vinicius siguió en el campo, porque aguanta lo que sea.