Opinión

Real Madrid-Atlético o sin robo no hay paraíso

El penalti de Tchouameni a Lino es el primero en contra que le pitan al Madrid en 23 partidos y se atreven a poner en duda la competición

Simeone da instrucciones en la banda del Bernabéu
Simeone da instrucciones en la banda del BernabéuAFP7 vía Europa PressEuropa Press

Un kamikaze va por la carretera y escucha en la radio del coche lo siguiente: "Atención: hay un vehículo circulando en dirección contraria, tengan cuidado". De inmediato, el kamikaze reflexiona en voz alta: "¡No es uno, son cientos, incluso miles!". Así es cómo se encuentra el Real Madrid, en contra del mundo entero y habiendo perdido completamente la cabeza una vez que ya perdió hace tiempo la razón. Si es que alguna vez la tuvo.

La polémica del derbi no se centra en que de nuevo Soto Gradovolvió a perdonar la tarjeta roja a Ceballos, como ya hizo en 2023, por una entrada que si la hubiera hecho De Paul a Vinicius, hoy nos llevaría a hablar de en qué cárcel habría que ingresar al argentino. Resulta que árbitros, Federación, LaLiga, UEFA... y cualquiera que tenga algo que decir forman parte de un complot contra el equipo blanco porque se señaló penalti en un claro pisotón de Tchouanemi a Lino dentro del área. Claman al cielo porque el VAR corrigió lo que hubiera sido un clamoroso error arbitral, un error flagrante del jugador madridista que mete el pie donde no debe. Como el destino es caprichoso, unas horas antes ya se había pitado un penalti igual en el Athletic Club-Girona. Del mismo modo que se anuló un gol en el Rayo-Barca por un pisotón de Koundé o se señaló un penalti a favor de Vinicius por lo mismo contra la Real.

Eso sí, cuando Courtois pisó a un delantero del Real Betis, nada de nada. Están tan acostumbrados históricamente que ponen a toda la maquinaria a trabajar en cuanto una decisión no les favorece, presionando a los medios de comunicación y con un ejército de fieles soldados dispuestos a negar la realidad intentando engañar al personal. Es el primer penalti en contra que les pitan en 23 partidos y se atreven a poner en duda la competición. Es una vergüenza que los aficionados al fútbol tengan que aguantar semejante intento de coacción y bien harían los clubes en poner pie en pared para terminar con más de cien años de farsa.