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Reto mayúsculo para el Barça
Los azulgrana no descartan remontar cuatro goles al Bayern. «Hay que creer como niños. Estamos convencidos de que es posible», destaca Piqué
Conseguir algo que nadie ha logrado antes es motivación suficiente para intentarlo. «Todos los jugadores creemos y estamos convencidos de que la remontada es posible. A medida que han ido pasando los días desde el partido de ida, nos hemos ido animando», resumía ayer Gerard Piqué. Se refería, por supuesto, a «Lo imposible». El título de la popular película de J.A. Bayona pero también, una perfecta definición de lo que le espera al Barcelona esta noche. Darle la vuelta al 4-0 que encajó en el Allianz Arena ante el Bayern de Múnich, el equipo más en forma del Viejo Continente.
El Barça lo tiene todo en contra. Nadie ha remontado nunca cuatro goles en una eliminatoria de Copa de Europa. Su trayectoria en las últimas semanas ha evidenciado un bajón significativo en su nivel de juego, todo lo contrario de lo que sucede en el Bayern, donde siguen contando sus partidos por victorias incluso siendo campeones y jugando con diez suplentes. Heynckes ha podido rotar a sus jugadores más importantes, cosa que Vilanova no ha podido, o no ha querido hacer, lo que ha provocado que los futbolistas más importantes de su plantilla lleguen muy cansados a esta eliminatoria. Y las estadísticas acaban de matar las esperanzas «culés». El Barça es el equipo que menos goles marca y el que menos chuta a puerta de los cuatro semifinalistas de la «Champions». Por contra, el Bayern es el equipo que más córners a favor ha forzado en toda la competición, factor clave como se comprobó en el choque de ida, en el que dos de los cuatro tantos del equipo bávaro llegaron desde la esquina.
Los datos son aplastantes, pero no definitivos. En el Bayern han dado señales de que no las tienen todas consigo. Las acusaciones de Beckenbauer deslizan cierto nerviosismo. El respeto por el rival, además, es máximo. «Hemos visto el partido del Milan y sabemos que el Barça puede presionarnos. Además, veremos a un Messi muy diferente al de la ida y tendremos que trabajar para pararle», expuso Thomas Müller, uno de los goleadores de la ida.
Para lograr la gesta, Tito Vilanova, que tiene la baja de última hora de Busquets por lesión, no prepara ninguna revolución. «Es importante marcar pronto, pero no hay que volverse locos. Nuestros goles llegan a través del juego y es lo que intentaremos, hacer un buen partido. Y, si caemos, que sea con la cabeza alta y haciendo que la gente esté orgullosa», destacó.
El técnico no quiso cargar toda la responsabilidad en Leo Messi. «Sabemos de su importancia en el equipo y más de cara a la portería. Cuanto mejor esté, más posibilidades tenemos. Pero no tenemos que darle también toda la presión a él», comentó Vilanova. Si Tito es lo humano, Piqué fue lo divino: «Hay que perder el sentido común y creer como si fuéramos niños». Pero el reto del Barça no es cosa de niños, es mayúsculo.
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