Juzgados

Rubiales, entre el «piquito» y Arabia Saudí

El contrato para llevar la Supercopa fuera de España es otro de los asuntos que tiene pendientes

-FOTODELDIA- SAN FERNANDO DE HENARES (MADRID), 03/02/2025.- El expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales, acusado de agresión sexual y coacciones, a su llegada este lunes a la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares donde será juzgado por el beso que dio a la jugadora Jenni Hermoso tras la victoria del Mundial en Sídney (Australia) el 20 de agosto de 2023 y que ella asegura que no consintió. Rubiales se enfrentará a una petición de dos años y medio de cárcel ...
Luis Rubiales, a su llegada al juzgadoFernando VillarAgencia EFE

El «piquito» a Jenni Hermoso no es el único problema judicial al que se enfrenta Luis Rubiales después de su paso por la presidencia de la Federación Española de Fútbol (RFEF). Pendiente tiene aún la investigación por el contrato con Arabia Saudí para celebrar allí la Supercopa de España.

La semana pasada Hacienda remitió un informe al juzgado que lo investiga en el que afirma que Rubiales se saltó todos los controles federativos para conceder la Supercopa a la empresa saudí dependiente del gobierno del país. Un contrato de 40 millones de euros que debía haber sido sometido a la Comisión Económica, el departamento de marketing y el aparato de control externo.

Nada hubiera cambiado de haber cumplido con los trámites Rubiales. El presidente de la Comisión Económica era Pedro Rocha, al que Rubiales situó al frente de la RFEF cuando se vio obligado a abandonar; el responsable del departamento de marketing era Rubén Rivera, que está sentado en el banquillo, igual que Rubiales, por sus presuntas presiones a Jenni Hermoso, y el control externo dependía del abogado de Rubiales, Tomás González Cueto, que también fue detenido por el caso.

Rubiales se implicó personalmente para defender la comisión de cuatro millones de euros que tenían que recibir Kosmos, la empresa de Gerard Piqué, que ejercía como intermediario. En los audios del caso se escucha cómo una exigencia era que la comisión del ex internacional español, que entonces aún era futbolista en activo del Barcelona, la pagara Sela, la empresa saudí con la que firmaba la Federación. Pero si no cumplía con la comisión del futbolista, el contrato dejaba de tener vigor.

Por el camino, Rubiales, que organizó una asamblea para presentar su dimisión y en la que aseguró que no iba a hacerlo, tuvo que ser desalojado por la FIFA, que lo inhabilitó durante tres años. Y después, eligió a un periodista reconocido por su machismo, para conceder su primera entrevista.

La insistencia de Rubiales en seguir provocó que cayeran todas las personas de su confianza. Desde Andreu Camps, que era el secretario general de la RFEF, al director de comunicación, Pablo García Cuervo. Y después de la elección de Louzán han seguido produciéndose despidos, como el del que era jefe de gabinete de Rubiales, Chema Timón, que declaró como testigo en el juicio por el beso a Jenni Hermoso.

Rubiales se sentía intocable y no pensó que las denuncias de Miguel Ángel Galán iban a acabar con él. Pero Galán, presidente de la escuela de entrenadores Cenafe es el hombre que ha acabado con los últimos tres presidentes de la RFEF. Una denuncia suya fue el principio del fin de Ángel María Villar al frente de la RFEF y lo mismo sucedió con Rubiales y con Pedro Rocha. Louzán, un hombre mucho más diplomático que el anterior presidente federativo, llegó a un acuerdo con Galán para que la Federación reconozca la titulación que entrega en sus cursos antes de ser elegido presidente de la RFEF.

Para Rubiales el de Jenni Hermoso es sólo el primero de los casos a los que se enfrenta después de su actuación en la final del Mundial femenino en 2023.