El secreto del Nuevo Bernabéu que lo convertirá en un infierno para los rivales

El Santiago Bernabéu vive estos días grandes avances en unas obras que en pocos meses lo convertirán en el recinto deportivo más vanguardista del mundo. El coliseo blanco se convertirá en unos meses en un recinto multifuncional en el que se podrá albergar un partido de fútbol y en cuestión de horas, un partido de la NBA, de hockey, de tenis o un acto promocional. Abierto los 365 días del año y las 24 horas. Su espectacular cubierta retráctil que le da ese carácter diferenciador, su marcador 360, el hipogeo que esconde su césped, las nuevas gradas abatibles o el llamado “Tunnel Club” marcan la diferencia para convertir la casa merengue en la más espectacular del fútbol mundial.

Pero la cubierta del Bernabéu no solo le permitirá engrosar sus arcas con todo tipo de eventos independientemente de las codiciones climáticas sino que es un potente arma frente a sus rivales como ya se pudo comprobar en el derbi. Cuando está cerrada, el coliseo blanco es una auténtica caldera y aún lo será mucho más con la nueva instalación que se está llevando a cabo estos días.

Tal y como anuncia la web de seguimiento de obras del estadio Nuevo Bernabéu, estos días se está procediendo, mediante trabajos en vertical, a la instalación de membranas acústicas en la cubierta del nuevo Bernabéu. Están diseñadas para reducir la contaminación acústica hacia el exterior y mejorar exponencialmente la acústica interior en los eventos además de la impermeabilización de la cubierta.

Florentino Pérez desea que el Bernabéu tenga una mayor sensación de ‘caldera’, con el objetivo de que el ambiente lleve en volandas al equipo y complicar el juego y la concentración de sus rivales.

La nueva cubierta retráctil será capaz de cerrarse y abrirse en una operación que será́ totalmente automática y durará aproximadamente 15 minutos para el guiado y 20 minutos para el inflado completo. 1591384804389400576|||images/play_twitter.jpg

El proceso de apertura ocurre en sentido inverso al proceso de cerrado. Primero las celdas de membrana serán desinfladas. Las celosías intermedias serán desbloqueadas y el sistema de estabilización horizontal será separado. Después las vigas serán guiadas hacia la posición plegada debajo de los voladizos de la cubierta principal.

OPERATIVA DE LA CUBIERTA

Para poder operar la cubierta retráctil lo primero a considerar son las condiciones medioambientales. En este sentido hay una serie de limitaciones a tener en cuenta y que pasan por el exceso de viento en altura, precipitaciones en forma de nieve o cuando la temperatura exceda de 40 grados o baje de 0. En esas condiciones la cubierta retráctil no se podrá abrir o cerrar, es decir, que si la cubierta se encuentra abierta y el viento es muy elevado, la temperatura elevada o hay previsión de nieve no se accionará su funcionamiento por seguridad. El control de todos esos parámetros se realizará desde una sala de control dispuesto para el accionado y supervisión de la cubierta retráctil, operada por expertos, y que bajo la total seguridad, supervisarán la impresionante cubierta retráctil. La cubierta retráctil estará repleta de sensores climatológicos (4 sensores ópticos de lluvia, anemómetros, sensores de nieve, termómetros…).

Una joya tecnológica que convierte al Bernabéu en un infierno para los equipos rivales.