El Barcelona gana a Las Palmas en la agonía (1-2)

Con una brida se arregló el roto que había en la red de una portería al descanso, pero hace falta mucho más que un par de parches para arreglar a este Barcelona. El equipo azulgrana se llevó la victoria ante Las Palmas con un penalti que transformó Gündogan en el descuento en otro ejercicio raquítico. Le sirve para no perder más distancia con el Real Madrid y el Girona, pero no para solucionar las dudas que le acompañan durante todo el curso. Al revés.

"No volverá a pasar", dijo Xavi tras el último duelo de 2023, una victoria sufrida ante el Almería. Se refería a la actitud, pero el problema que tiene su equipo es que no es dejadez, es una cuestión futbolística. Las Palmas intentó desnaturalizar el estilo habitual de los catalanes, el de toques cortos, el combinativo, poniéndole el cebo de una defensa muy adelantada que incitaba a una pelota larga. Aceptó el reto el Barcelona y Xavi se desesperaba no porque lo hiciera, sino porque desde fuera se veían los espacios, las autopistas que había a las espaldas del equipo "amarillo". Tampoco es que los pasadores estuvieran muy atosigados. Se daba el cóctel para que todo funcionara, pero nada lo hacía en un conjunto desnortado. Era una cuestión de sincronización, pero Raphinha vivió en fuera de juego y Balde no acertaba a controlar un balón en condiciones. Eso por las bandas. Por el centro, Valles, el portero, estaba preparado para hacer de líbero y salir a despejar.

Un desastre tras otro, y además con el marcador en contra porque Munir adelantó a Las Palmas después de mandar a la red un pase impresionante de Sandro. Dos ex azulgranas sin piedad y celebrándolo por todo lo alto. El tanto llegó justo tras la lesión de Cancelo, con la defensa del Barça desajustada. No fue la única oportunidad del conjunto canario, que las que robaba las aprovechaba para volar. El propio Sandro tuvo una segunda opción que paró Iñaki Peña y otra que estrelló en el poste. El 1-0 era corto al descanso. El Barça ni chutó a portería.

La diana del empate llegó en un rebote, en un despeje de Las Palmas que impactó con violencia en la cabeza de Lewandowski, que resolvió Ferran Torres después de que Sergi Roberto se la dejara. Fue la acción más destacada del polaco, que con 1-1 fue sustituido. Un cambio que traerá cola. También debutó Vitor Roque, que perdonó el tercero en una ocasión clarísima. Se fue al ataque el Barça en una segunda parte sólo decente, mejor con la entrada de Joao Félix y Lamine Yamal y ante un rival cansado que ya no pudo contragolpear, aunque sí pudo marcar en un córner. Entraron más pases al espacio de los azulgrana, pero los centros al área no llevaban a ningún lado. Al final encontró el penalti de Sinkgraven a Gündogan por un claro empujón cuando el alemán iba a rematar. Lo marcó el mismo y Barcelona respiró.