Atlético de Madrid

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Griezmann enciende la luz del Atlético en Granada

El defensa uruguayo del Atlético de Madrid, Diego Godín, remata de cabeza ante los defensas del Granada
El defensa uruguayo del Atlético de Madrid, Diego Godín, remata de cabeza ante los defensas del Granadalarazon

Un gol de cabeza del delantero francés Antoine Griezmann decidió el triunfo por 0-1 del Atlético de Madrid en Granada en el minuto 83

Las victorias hay que trabajarlas, hay que sudarlas y sufrirlas. Ése es el modo de vivir del Atlético de Simeone. Sabía que el Sevilla había empatado contra el Leganés y que el partido contra el Granada podía ser un paso adelante a la espera del choque contra los de Sampaoli de la próxima jornada. Le costó, estuvo a punto de tropezar en la primera mitad, superado por el fútbol local, pero tomó aire tras el descanso y cerca del final, Koke dibujó un pase a la espalda de la defensa del Granada y Griezmann, que se había escondido en el segundo palo, apareció de la nada para da la victoria a los suyos.

No es el más brillante el Atlético ni tiene ninguna gana de serlo, pero le va más o menos bien. El Granada le hizo sufrir en la primera mitad, en un partido competido, de mucho centro del campo y choques entre rivales, pero también entre jugadores del mismo equipo. Demasiado poco espacio para tantos hombres juntos. El equipo de Lucas Alcaraz juega con la defensa muy adelantada y el Atlético no supo superar la presión. Lo único que intentó fue mandar balones en profundidad a la carrera de Carrasco, pero sin ningún peligro. Wakaso ganaba a Thomas la lucha de guerreros en el centro del campo y por la izquierda Héctor y Pereira eran los que daban claridad a un partido con mucho sudor.

El Granada, que había ganado sus últimos tres partidos en casa superó el breve comienzo del Atlético y se hizo con el partido. Tuvo más la pelota y quiso llegar más al área rival, pero a sus delanteros les falta un salto de calidad para hacer daño. Al Ramos daba la impresión de que le faltaba fuerza y Boga acabó asfixiado y confundido. Tiró mucho desde lejos el Granada y merodeó la portería de Oblak, mientras que el Atlético no sabía cómo hacer para jugar a algo. Prefería el barullo al balón, con Saúl peleón y Koke sin entrar aún en el foco del encuentro.

Lo hizo después, en la segunda mitad, cuando Simeone había quitado a Thomas para jugar con Gaitán. Debió ser un impulso del que se arrepintió rápido, porque luego dio paso a Giménez, para que jugara de mediocentro defensivo. El Atlético fue otro en la segunda parte: más ambicioso y con más claridad para ver los espacios detrás de la defensa. Correa pidió la pelota al pie y Koke empezó a entrar en juego. El Granada siguió apretando, pero ahora ya empezaba a recibir golpes. Perdió fuelle el conjunto local y los de Simeone olieron la sangre. El partido estaba donde querían: empate a cero y el rival desgastado. Koke vio a Griezmann y éste puso el final feliz para un día más que duro para los rojiblancos.