Mundial de Clubes

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«Nunca vi algo igual», se quejaba Giuliano en el descanso del partido contra el Botafogo, en los micrófonos de DAZN. Él fue el protagonista de una jugada polémica en el duelo anterior contra el Seattle Sounders, pitado y después anulado tras la revisión; y fue testigo que lo que pasó en la primera parte del encuentro contra el campeón de la Copa Libertadores. «Las dos son penalti, aunque tendría que volver a verlo. No nos están favoreciendo las decisiones, con todas las medidas que hay», insistía el extremo. Habla de dos, pero fueron tres las veces que Julián Álvarez se fue al suelo, protestando que le había derribado dentro del área.
Primero a los 25 minutos, la acción más clara. Llegó algo trastabillado el argentino al área y se estaba cayendo ya, porque pisó la pelota, cuando Jair Paula metió la pierna. En directo no se pitó nada y desde el VAR tampoco consideraron, con buen criterio, que había que entrar.
A los 38 minutos, el goleador rojiblanco volvió a solicitar revisión, esta vez en una jugada con el otro central, Alexander Barboza. La llegada al área era sucia, el equipo brasileño se estaba defendiendo muy bien, como ya había avisado Luis Enrique tras la derrota del PSG, y el defensa despeja la pelota claramente, pero después, con la inercia de la jugada, pisa la pierna del argentino. El colegiado, el mexicano César Arturo Ramos, paró el encuentro y la estrella del conjunto español tuvo que ser atendido por el pisotón, pero se interpretó que el encontronazo era por la continuidad de la jugada, y tampoco la fue a ver al monitor el colegiado.
Ya se estaba calentando el Atlético en un partido de pierna dura, y todavía quedaba la última vuelta de tuerca. Una tercera acción en el área en la que Julián se revuelve en el área con poco espacio, y en esta ocasión es el mediocentro, Gregore, el que mete la pierna. El argentino terminó retorciéndose de dolor. Esta vez sí avisaron a César Arturo Ramos. El pisotón es leve y no es la causa de la caída del delantero rojiblanco, que fuerza en cuanto lo nota. En directo, se admiten las dos versiones, una de esas jugadas grises, pero viéndolo parado era complicado no pitar la infracción. Así parecía que iba a ocurrir, pero como lo que se analiza es toda la jugada, lo que se señaló fue una falta previa de Sorloth. Si leve fue el pisotón, más todavía el forcejeo del noruego, que busca hacerse sitio. La pena máxima quedaba invalidada y el marcador se mantenía 0-0.
Necesitaba tres goles de ventaja el Atlético para clasificarse y fueron tres los penaltis que pidió, por cuatro remates entre los tres palos (22 en total) para conseguir una diana, la de Griezmann, demasiado tarde. Tuvo mucho dominio el equipo del Cholo y en la segunda parte apretó de verdad, pero le faltó claridad en el último tramo y el Botafogo resistió.
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