Real Madrid
Un día para recuperar la alegría
El Madrid vuelve a la «Champions», su competición favorita. En el recuerdo, la goleada de hace un año.
En la famosa reunión posterior a la derrota del derbi, que tanto está marcando el invierno del Madrid, Pepe fue uno de los que más habló después de Florentino Pérez. No estaba Sergio Ramos y ni Casillas ni Cristiano Ronaldo tomaron el liderazgo del grupo. Fue el portugués, el mismo que en el ocaso de Mourinho decidió salir en defensa de Casillas y después fue castigado por el entrenador, que apostó por Varane. Hoy el central vuelve al equipo tras lesionarse en enero, en el derbi de la Copa, con un golpe en las costillas. Ancelotti ni puede ni quiere esperar más para tener a un futbolista con jerarquía y capacidad para mandar en la parte de atrás. «Es muy profesional y aplicado. Si hiciese una lista de los jugadores con un mayor espíritu de equipo estaría en lo más alto –dijo el entrenador de él en el periódico «A Bola»–. Tiene tendencia a preocuparse más por el bien del equipo que por el suyo propio».
Nacho y Varane han pasado el primer mal trago de su corta carrera. Son buenos, pero a ambos les faltó un buen grito con el que ordenar al equipo. En el Calderón se veía que Benzema les pedía que subiesen más, que se acercasen al centro del campo cuando Casillas sacaba en largo, para intentar ganar algún rebote. Y cuando uno de los dos pegaba un pelotazo, agobiados por la presión rojiblanca, Kroos se volvía y les pedía enérgicamente tranquilidad con los dos brazos. Contra el Deportivo, el pasado sábado, jugaron más tranquilos, aunque el rival tuvo sus ocasiones. Frente al Schalke, en un partido que va a medir el estado anímico del Real Madrid, Carlo Ancelotti necesita la sapiencia de un central veterano para que los de delante se sientan más seguros.
«¿Va a jugar Pepe?», le preguntaron. «Va a jugar», respondió conciso el entrenador madridista. Cuando perdió al central portugués, la preocupación de Ancelotti no fue excesiva. Tenía a Varane, un futbolista llamado a sustituirle y que hoy va a ser su compañero en la zona de atrás. Un veterano y un joven forman una buena pareja, porque lo que no tiene uno lo aporta el otro. Todas las mezclas eran buenas para los centrales del Madrid, siempre que estuvieran o Pepe o Ramos. Pero el central español se lesionó contra el Sevilla y a Ancelotti no le quedó más remedio que confiar en lo que tenía. Él defendió que, frente a la experiencia, los jóvenes iban a poner todo el entusiasmo del mundo. No fue suficiente. En el Calderón, el Atlético empezó el partido echando balones a la zona de Nacho y después presionándole. Sabían que era un día difícil y se lo hicieron más complicado. Con Pepe o Ramos, quizá el Real Madrid hubiera recibido la misma goleada. Pero hubiese asustado al rival mucho más.
Una de las dudas del club es qué hacer con Pepe y Varane. Uno es un veterano que ha encontrado en la edad la tranquilidad que le faltaba a su talento para ser uno de los mejores. El francés es un joven con mucha clase, pero que, como se ha visto, necesita más minutos para tomar el mando y jugar con decisión. Hoy juegan y no se complementan mal. «No creo que Varane sea un problema para Pepe. Al contrario, creo que Varane le motiva de la misma manera que Pepe es una motivación y un ejemplo para Varane», asegura Ancelotti, sin pensar o sin decir que uno puede ser un tapón para otro. «La competencia con Pepe no me conviene ni ahora ni en el futuro», ha dicho el jugador francés. Pero ahora es complicado prescindir de Pepe. Con él atrás, el equipo se junta y deja menos espacios. Los temores o la inseguridad suelen hacer que los defensas se echen hacia atrás, porque dejan menos metros a su espalda. El problema de actuar así es que hacen el equipo más largo y eso no es bueno para un conjunto con tres centrocampistas como el Real Madrid. Con Pepe, se da un paso adelante.
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