Marsella

Un diputado ruso propone que las peleas de ultras se conviertan en un deporte

Igor Lebedev cree que además de crear un deporte pionero, atraería miles de turistas para la Copa del Mundo de 2018

Un grupo de ultras rusos
Un grupo de ultras rusoslarazon

Igor Lebedev cree que además de crear un deporte pionero, atraería miles de turistas para la Copa del Mundo de 2018

Un diputado ruso ha propuesto una solución poco ortodoxa a los problemas del país con las peleas de los ultras en el fútbol antes de la Copa del Mundo del año que viene, pretendiendo legalizarlas como deporte.

Grupos organizados de aficionados rusos, muchos con formación en artes marciales, lucharon contra los aficionados ingleses en las calles de Marsella durante La Eurocopa del año pasado. Eso inspiró a Igor Lebedev a elaborar reglas para lo que él llama «draka», que en ruso significa «pelear», en unos combates de 20 contra 20, desarmados.

En una declaración en la página web del partido nacionalista LDPR, Lebedev comentó que las peleas organizadas «podrían transformar las agresiones de los aficionados en algo pacífico». También afirmó que serviría como un «ejemplo» para los aficionados ingleses, a los que el propio diputado catalogó como luchadores indisciplinados y pobres. «Rusia sería un pionera en este deporte», explicó Lebedev, quien también sugirió que las peleas entre diferentes grupos de ultras podrían atraer a miles de personas. «Los aficionados ingleses llegan, por ejemplo, y empiezan a buscar peleas, hasta que obtienen una respuesta: 'desafío aceptado, quedamos en el estadio a una hora concreta'».

Algunos grupos ultras rusos ya organizan estas peleas fuera de la ley, por lo general pre-organizadas en las zonas rurales, lejos de la policía. Un partido de la Premier League rusa el sábado entre el CSKA de Moscú y el Zenit de San Petersburgo acabó viéndose manchado por enfrentamientos entre pequeños grupos de aficionados rivales que pelearon entre ellos.

No es la primera vez que Lebedev ha cortejado la controversia con sus puntos de vista sobre los hooligans. Ya aplaudió la violencia en Marsella el año pasado durante la Euro, animando a los aficionados rusos: «¡Muchachos bien hecho, sigan así!».

Además de su cargo como diputado, Lebedev forma parte de la junta directiva de la Federación Rusa de Fútbol. Es socio desde hace tiempo del Alexander Shprygin, quien fue deportado de Francia el año pasado tras la violencia de Marsella. Dos miembros de la junta de una organización dirigida por Shprygin fueron sentenciados a prisión. A pesar de su entusiasmo por la violencia relacionada con el fútbol, ​​Lebedev insistió en que la policía rusa haría ver que los aficionados extranjeros no estarían en peligro en la Copa del Mundo. «Hemos tomado todas las medidas de seguridad y modernización de las leyes. Ningún turista tiene ningún motivo para temer viajar a nuestro país en el verano de 2018»