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Un duelo de extraterrestres

Un duelo de extraterrestres
Un duelo de extraterrestreslarazon

«Le he puesto ''enhorabuena'' y ya no sé que escribirle, tiene muchos», aseguró Arbeloa sobre lo que había escrito en el balón que Cristiano Ronaldo se llevó bajo su camiseta del campo del Galatasaray, en el debut del Madrid en la Liga de Campeones. Si marcas tres goles, te llevas la pelota de recuerdo, es una de las leyes no escritas del mundo del fútbol. Lo hizo el jugador portugués el martes. Y le imitó Messi en el encuentro del miércoles en el que el Barça comenzaba la competición. Ronaldo y Messi; Messi y Ronaldo son el ejemplo perfecto de que la competencia hace progresar. En su caso, progresar hasta límites todavía no escritos en el mundo del fútbol.

Son los dos mejores futbolistas del mundo y los dos juegan en la Liga española, demasiado cerca como para no fijarse el uno en el otro. Lo que ha sucedido esta semana en la Liga de Campeones podría ser casual, si no fuera porque no es la primera vez que sucede y, por supuesto, no va a ser la última. Seis veces se han retado, sin decirse nada, pero sin dejar de mirarse de reojo. La primera vez ocurrió el mismo día. El Barcelona goleaba al Almería 0-8 con tres tantos de Messi. El Real Madrid jugó después contra el Athletic en el Santiago Bernabéu. Tres goles de Ronaldo. Era la temporada 2010-2011, la segunda del portugués en el Madrid, la primera de Mourinho, cuando el Madrid, a diferencia del resto de equipos, plantó cara al Barcelona, sin miedo. Tres veces más se repitió esa temporada.

Si Cristiano marcaba tres tantos en Liga, Messi los hacía en el partido siguiente en Copa. Si el argentino le metía tres al Atlético, el portugués se los hacía al Rayo.

Dicen que no, que piensan en el equipo, pero está claro que los dos tienen en la cabeza al otro. Su espejo, su némesis, el rival que le obliga a ir más allá. Pocas veces en la Liga española se ha dado una competición tan feroz entre dos futbolistas. Nunca, seguro, entre dos jugadores tan voraces, que van dejando atrás récords y futbolistas históricos. A eso hay que añadir la competencia extrema que las últimas temporadas se está dando entre el Madrid y Barcelona. La Liga es cosa de ellos. Y ellos dependen de lo que hagan sus estrellas: Ronaldo y Messi.

El Barcelona no es un equipo afinado, en transición no se sabe bien hacia dónde, pero tiene a Messi para arreglar las dudas. En el Madrid, Ancelotti busca el equilibrio defensivo y, mientras va llegando, tiene a Ronaldo. Los registros goleadores de ambos han aumentado considerablemente desde que compiten. El Ronaldo del Manchester era peor que el del ahora. El Messi antes de Cristiano no tiene comparación con el actual. Son Nadal contra el mejor Federer; Magic Johnson contra Larry Bird; Coppi contra Bartali, subiendo una montaña, al límite, solos y juntos hasta la cima, pasándose un bidón. Y haciendo que no se miran.