Fútbol

Fútbol

Un muro y una estrella

La Razón
La RazónLa Razón

Sufrió el irreconocible Atlético del primer tiempo (insulso, sin chispa ante un Athletic superior, sin saber nada de la banda derecha y volcándose siempre de manera atropellada por la izquierda), pero el empate «in extremis» al filo del descanso le dio vidilla psicológica. Fue otra acción de pizarra, de estrategia, el enésimo córner que alguien (ayer Saúl) cabecea siempre en el primer palo robándoles la cartera al portero y a todos los defensores rivales. Un tanto que nivelaba el de Laporte en otro saque de esquina, una ración bilbaína de la propia medicina colchonera.

¡Colíderes!

En éstas se mantuvo siempre firme Oblak, del que tengo dicho hace tiempo que ya es uno de esos porteros que ganan puntos, que ganan manos a mano como el que le sacó al enrachado Aduriz, lo que tuvo mucho mérito. Y supo reaccionar el Cholo con sus cambios al meter a Correa y a Torres (un «9» para fijar a los centrales vascos) y reorganizarse alrededor de Gabi como eje y una segunda línea con Saúl, Koke y por fuera Griezmann y Correa flotando. Así que había salvado Oblak y sentenció el francés, del que tampoco me cansaré de repetir que crece y crece, hacia el segundo escalón de la élite. Griezmann es la estrella de este Atlético que ha cazado al Barça y que ya es el colíder de la Liga. Cuidadín, cuidadín...