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Una Liga con espinas

Las enfermedades de Tito Vilanova y Abidal han marcado un título especial para el Barça. El récord de puntos en la primera vuelta fue la clave

La afición barcelonista celebró anoche el triunfo en Canaletas
La afición barcelonista celebró anoche el triunfo en Canaletaslarazon

barcelona- Tardó cuatro minutos el Barcelona en avisar a sus rivales de que lo de recuperar el cetro liguero iba en serio. Puyol saltó más que los demás y golpeó el balón con la cabeza lejos del alcance de Bravo. El primero de los cinco goles que le endosaron los azulgrana a la Real Sociedad en la primera jornada de Liga, allá por el mes de agosto. Desde entonces, han pasado muchas cosas. Lamentablemente, más fuera que dentro del terreno de juego, pero el destino se guardaba un final feliz. La vigésimo segunda Liga ya está en el museo del Barça y, seguramente, es una de las que más se ha sufrido. O, lo que es lo mismo, una de las que mejor saben.

La temporada ha estado claramente marcada por las dolencias de Tito Vilanova y Eric Abidal. Cuando asomaba la Navidad, el club informaba de que al técnico se le había reproducido el cáncer en la glándula parótida, de donde le habían extraído un ganglio unos meses atrás. La sorpresa y estupor iniciales dejaron paso a las decisiones personales sobre su recuperación. Tito decidió llevar a cabo todo el proceso en Nueva York, en el Hospital Memorial Sloan Kettering, uno de los más reconocidos del mundo en el tratamiento de esta maldita enfermedad. La decisión implicó su ausencia de la vida diaria del equipo durante dos meses, en los que su ayudante, e íntimo amigo, Jordi Roura, se hizo cargo del equipo hasta el regreso de su jefe, que ha dirigido el tramo final de temporada en primera persona.

Abidal, por su parte, sometido a un trasplante de hígado en el mes de mayo de 2012, ha vivido un regreso paulatino a la rutina habitual de un futbolista de élite durante todo el año. El 6 de abril, con motivo de la visita del Mallorca al Camp Nou, todo el trabajo realizado culminaba con su regreso a un terreno de juego. Su salida al campo, en el minuto 69, provocó una de las mayores ovaciones de toda la temporada en el coliseo barcelonista. Aunque su futuro sigue en el aire, Abidal vuelve a sentirse como uno más.

Todos estos motivos son, en parte, la causa de que desde el club se le esté dando tanta importancia al título. No ha sido una temporada fácil. La marcha de Guardiola, el mejor entrenador de la historia del Barça en cuanto a títulos, abrió muchos interrogantes. No lo tenía fácil Tito Vilanova, pero los jugadores le respondieron desde el primer día. «No ganaré ninguna comparación con Pep», aseguró el día de su presentación. Estaba equivocado. Los resultados del Barça superaron las mejores expectativas desde el inicio y el triunfo en La Rosaleda (1-3) el 13 de enero, con exhibición de juego incluida, rubricaba la mejor primera vuelta en la toda historia de la Liga. Medalla para Tito. El equipo azulgrana derrotó a todos sus rivales menos al Madrid, que arrancó un empate del Camp Nou en el primer clásico liguero de la temporada. Este inicio fulgurante permitió a los azulgrana adquirir cómodas rentas en la clasificación –con el Atlético de Madrid al inicio y con el Real Madrid en el tramo final– que ha sabido gestionar hasta el final del campeonato. Aunque en el debe de Tito siempre le quedará no haber podido derrotar a su gran rival. El empate a dos en la primera vuelta se transformó en una derrota (2-1) en el Bernabéu en la segunda, en el peor partido de los barcelonistas en toda la Liga. Pero lo que era el consuelo en tiempos pretéritos, ganar al máximo rival, es hoy una mera anécdota. El título vuelve a ser azulgrana, y van cuatro en cinco temporadas.