Vilda insiste en que Montse Tomé aclare ante el juez si la presionó para que no convocara a Jenni Hermoso

Jorge Vilda quiere que su sucesora al frente de la selección femenina de fútbol declare como testigo en el "caso Rubiales". La defensa del exseleccionador insiste al juez Francisco de Jorge que cite a declarar a Montse Tomé en la recta final de la investigación por el beso y las supuestas presiones de Luis Rubiales -imputado por agresión sexual y coacciones- a Jenni Hermoso tras la final del Mundial el pasado 20 de agosto en Sídney (Australia).

En el recurso contra la decisión del magistrado del pasado 21 de noviembre -rechazando la comparecencia de Tomé-, el abogado de Vilda sostiene que la negativa del instructor -que se limitó a oponerse a la medida "sin perjuicio de que pueda ser citada a declarar a en el juicio oral, caso de abrirse el mismo"- está "huérfana de toda motivación" que permita conocer "la razón o razones" por las que desestima la testifical, "vedando de este modo el derecho de esta parte a, en su caso, cuestionar tales argumentos a través de los recursos previstos a tal efecto en nuestra Ley Procesal Penal".

El actual seleccionador femenino de Marruecos quiere que quien fue su mano derecha aclare si no convocó a Jenni Hermoso, en la primera lista tras el Mundial, como represalia por el "caso Rubiales" y por indicación suya, como parecen apuntar las acusaciones.

En ese recurso de reforma (sobre el que debe pronunciarse el propio instructor), al que ha tenido acceso LA RAZÓN, el abogado de Vilda justifica su petición en el hecho de que en su declaración judicial Rafael Hermoso, hermano de Jenni, "vinculó la no concentración" de la futbolista para los dos primeros partidos de Tomé como seleccionadora con "supuestas presiones" de su antecesor. "Esa misma sugerencia", añade el letrado, "se contiene asimismo en preguntas que el Ministerio Fiscal ha formulado a otros declarantes en este procedimiento". Sin embargo, se queja, ni la Fiscalía ni las acusaciones "han propuesto la citación de la actual seleccionadora para poder comprobar si sus sospechas se corresponden con la realidad".

Vilda ya había sido cesado

Cuando Montse Tomé hizo pública esa primera convocatoria tras el Mundial de Australia, Vilda ya había sido cesado en su puesto y Rubiales había dimitido de su cargo de presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Por eso, la defensa del exseleccionador nacional considera procedente que sea la propia Tomé quien "aclare las razones de tal decisión y si fue impuesta por terceros o se debió a una decisión estrictamente profesional tomada por ella misma, por las circunstancias que estimara procedentes en aquel momento".

Al letrado le llama "poderosamente la atención" que el juez remita esa testifical, en su caso, "a un momento procesal tan avanzado como es la apertura de juicio oral cuando, cómo no podía ser de otra manera, el derecho de defensa que ampara a todo investigado comienza desde el otorgamiento de tal condición", para dotarle durante la fase de instrucción de la capacidad de defensa suficiente para intentar "que no resulte procedente la prosecución del procedimiento y el sometimiento a juicio oral"

Por último, la defensa de Vilda se queja de que De Jorge despachó la petición en una providencia, y no en un auto, necesario -recuerda- cuando hay que pronunciarse sobre "la admisión o denegación de prueba", según estipula el artículo 141 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. El letrado considera este mandado "plenamente aplicable a las diligencias de investigación solicitadas" durante la instrucción ante la "necesidad de protección del derecho de defensa y de la tutela judicial efectiva".

Al no tratase de una cuestión "de trámite procesal", la defensa de Vilda insta al juez a revocar esa providencia y a dictar una nueva resolución mediante un auto "debidamente motivado" en el que se pronuncie sobre la testifical de Montse Tomé.