
Opinión
Vuelve el "unocerismo" al Metropolitano
Esta jornada destacará por la censura de la Liga impidiendo que el público pueda ver por televisión las quejas de los futbolistas al partido de Miami

Vaya por delante que el Atlético fue superior a Osasuna y que mereció ganar el partido por una diferencia más holgada que la que reflejó el marcador final, pero no sería malo reconocer que, como en otras ocasiones, estuvo a punto de pegarse un tiro en el pie. Para empezar, porque incomprensiblemente volvió a arrancar el partido con defensa de cinco, con José María Giménez como gran protagonista, ya que regresaba después de meses ausente sin que nadie sepa muy bien la razón. Con este sistema, los rojiblancos tienden a esperar en su campo y no presionar la salida del rival, como vino haciendo las últimas veces en el Metropolitano, y eso, ante un rival inferior como los rojillos, es difícil de entender.
A required part of this site couldn’t load. This may be due to a browser
extension, network issues, or browser settings. Please check your
connection, disable any ad blockers, or try using a different browser.
Tuvo alguna ocasión para adelantarse antes del descanso, gol anulado incomprensiblemente incluido, pero tampoco fue una cosa apabullante. Para ver a un buen Atlético hubo que esperar a la reanudación, con un cambio tanto de actitud como de sistema, y es que con defensa de cuatro, los de Simeone realmente dieron la sensación de querer ganar el partido sin especular y demostrando su superioridad.
El gol tardó en llegar, pero una buena jugada de Giuliano en banda derecha, que acabó con un centro rematado por Almada, adelantó a los colchoneros, que tanto lo merecían, pero, como la cabra siempre tira al monte, con el 1-0 en el electrónico, de nuevo defensa de cinco en los rojiblancos y el equipo metido atrás, para variar.
De hecho, fue Jan Oblak el que salvó al equipo del empate a poco del final en una ocasión que provocó la triste imagen de ver a Simeone pidiendo la hora ante un Osasuna que no había hecho nada hasta que el propio Atlético le invitó a ello.
Un partido sin pena ni gloria en una jornada que destacará por la censura de la Liga impidiendo que el público pueda ver por televisión las quejas de los futbolistas –que se plantan los primeros quince segundos de cada partido– por las ganas de Javier Tebas de adulterar la competición, llevándose el Villarreal-Barça a Miami por un módico precio. Lamentable.
✕
Accede a tu cuenta para comentar