Fútbol
Xabi Alonso, su padre y el morderse las uñas
El entrenador del Real Madrid regresa a Anoeta para jugar contra la Real Sociedad, su casa y la de su padre, Periko Alonso
Cuando Periko Alonso jugaba en la Real Sociedad se mordía las uñas y no podía evitarlo. «Ya intenté poner remedio por todos los procedimientos posibles, pero acabo mordiendo las uñas. No lo puedo evitar. Antes de los partidos, varias horas antes de que comiencen, entro en un estado tal de tensión que no sé lo que hago. Esos líquidos que saben a rayos también han fracasado conmigo», contaba en una entrevista en El País. Periko es historia de la Real Sociedad, jugó en el Barcelona, entrenó a varios equipos y se retiró de la profesión cuando le pidieron coger la Real Sociedad después de Clemente. Fue incapaz de cambiar el rumbo en la temporada 2000-01. No lo consiguió y el equipo vasco fichó a otro viejo conocido: Toshack. Dos semanas después de irse Periko y llegar el galés, este hizo jugar a Xabi Alonso.
En el filial de la Real Sociedad
«Era un chaval fantástico. El jugador que todo entrenador quiere tener. Le recuerdo siempre con los ojos abiertos como platos en las explicaciones que hacía en los entrenamientos. No daba un problema y siempre estaba atento para ayudar al compañero», contaba esta semana Salva Iriarte de Xabi Alonso cuando lo tuvo en el filial de la Real Sociedad. Antes de que Toshack confiara en él, Javi Clemente ya le había hecho debutar con el primer equipo en un partido de Copa de la campaña anterior. Fue contra el Logroñés, en una eliminatoria para olvidar del equipo vasco.
Todos vieron en Xabi que era un futbolista excepcional. Y eso que parecía que el bueno era Mikel, su hermano. Los dos hijos de Periko, un gen de futbolistas increíble. Periko, apodada «el Chatarra» porque a eso se dedicaba su familia dejó una huella imborrable en la Real. Xabi le ha superado, porque ha jugado en más equipos, ha tenido más éxitos y como entrenador su carrera va lanzada.
De Clemente a Toshack
En realidad, parecía que su primer destino en la élite en España iba a ser San Sebastián. Después de entrenar a niños en el Real Madrid cogió el filial de la Real, lo subió de categoría y todo parecía diseñado para acabar en el primer equipo. Sólo que con Imanol en el banquillo, la Real Sociedad firmó unos años maravillosos en España y en Europa y Xabi supo que tenía que dar un paso al lado, a Alemania, para continuar con su carrera. «Se puede decir que es el jugador de los que he entrenado que más claro tenía que se iba a dedicar a esto por cómo veía el fútbol y cómo lo entendía. Está muy preparado en todos los aspectos para triunfar en los banquillos y ahí está lo que ha conseguido en el Bayer Leverkusen y lo que seguro que va a conseguir en el Real Madrid», continuaba Iriarte.
Vuelta a casa
Su éxito en Alemania le llevó sin más distracciones al Real Madrid. La Real Sociedad, que al despedirle, lo hizo de una manera muy cariñosa, como abriéndole puertas para otro tiempo, quedó en segundo lugar. Hoy vuelve como rival frente a una Real que no termina de encontrar su sitio al mando de Sergi Francisco, compañero de Xabi cuando eran futbolistas.
«No sé con quién ira mi padre», contestó ayer Xabi Alonso, sonriendo. «Espero que con nosotros, pero se lo tendrás que preguntar a él», apuntó. Quizá se coma las uñas.