La inminente marcha de Joan García, portero del RCD Espanyol, al FC Barcelona por 25 millones de euros ha desatado una tormenta de emociones y opiniones en el entorno blanquiazul

Joan García, de 24 años, ha sido uno de los grandes pilares en la salvación del Espanyol esta temporada. Titular indiscutible, su temporada lo ha colocado en la órbita de grandes clubes europeos. Sin embargo, su decisión de aceptar la oferta del Barcelona, el eterno rival ciudadano, ha sido vivida por la afición perica como una traición difícil de digerir..

El traspaso por el pago íntegro de la cláusula de rescisión de 25 millones de euros convertirá a Joan García en uno de los fichajes más relevantes del verano y en el portero más caro de la historia del Espanyol. El Barcelona, que no contempló en ningún momento una cesión, lo considera una pieza clave para su primer equipo, en un contexto donde la continuidad de Ter Stegen está en entredicho.

El beso al escudo: el detonante del enfado

Más allá de la marcha en sí, lo que ha encendido los ánimos entre la afición del Espanyol es el recuerdo fresco del último partido de Liga. Tras sellar la permanencia en Primera División, Joan García se besó el escudo del club ante una grada entregada, jurando amor eterno al Espanyol entre lágrimas y declaraciones de pertenencia: “Para un jugador como yo, que llevo desde los 15 años aquí, no lo voy a olvidar nunca. Este gesto, ahora interpretado como vacío o hipócrita, ha sido el principal motivo de indignación. Todo ello ha provocado una oleada de críticas en redes sociales y, lamentablemente, insultos y pintadas en su pueblo natal, Sallent, donde se le ha tachado de “traidor"..

Otras opiniones

No obstante, no toda la afición perica comparte la misma visión, otros entienden que el fútbol profesional tiene sus propias reglas y que Joan García, tras nueve años en el club y una temporada sobresaliente, tiene derecho a decidir su futuro.

En este sentido, la intervención del alcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol, ha sido especialmente significativa. Socio del Espanyol desde hace 35 años, Albiol ha defendido públicamente al portero: “Joan ha sido un gran pilar de la salvación esta temporada y creo que se ha ganado el derecho a ser respetado, sea cual sea su decisión de futuro. Me parece tremendamente injusta la campaña que algunos están haciendo en contra de su persona".

Espanyol - Barcelona, eterna rivalidad

El caso de Joan García pone de manifiesto la complejidad de los traspasos entre clubes rivales, especialmente cuando se trata de jugadores formados en la cantera y que han sido símbolos recientes del club. El Espanyol, que solo podía retenerlo si el jugador así lo deseaba, se ha visto obligado a aceptar la marcha ante el pago de la cláusula, sin margen de negociación. La directiva, consciente de la magnitud del golpe, ha optado por el silencio institucional. El atractivo proyecto deportivo del Barcelona, la posibilidad de disputar la Champions League y consolidarse en la élite europea parecen pesar más que los vínculos sentimentales para Joan García.