Zidane: empezar desde el principio

En todos los tropiezos, Zizou ha hablado de falta de concentración en los inicios. El técnico incidirá en mejorar ahí ante el difícil Villarreal

El Real Madrid empató en septiembre con el Villarreal, en el Bernabéu: «No empatamos por el error que hemos cometido defensivamente, es más por la primera parte en su globalidad. Salimos menos enchufados», explicaba Zidane tras el partido. Días después, el conjunto blanco volvía a sumar un solo punto frente al Eibar, en esa racha de encuentros empatados. «Los jugadores tienen que trabajar más y jugar con más intensidad en el inicio de los partidos, como hacíamos al principio y ahora no estamos haciendo», decía el francés. Fue en enero cuando el Madrid cayó contra el Celta, en el Bernabéu, en la ida de los cuartos de la Copa. «No hemos entrado en el partido concentrados, no hemos tenido la intensidad suficiente. Puede pasar lo que ha pasado. El inicio es lo que me molesta», repetía Zidane, con la cara de enfado que se le pone con las derrotas.

Y el miércoles, el Valencia, que no había pasado del centro del campo, le hizo dos goles al Madrid en dos ocasiones fulgurantes. Casi no había tocado la pelota, pero tenía una ventaja de dos tantos que fue irrecuperable. «Los primeros diez minutos no estuvimos listos», aseguraba el francés. «Tenemos que pensar que sólo por salir al campo no vamos a ganar. Eso no existe», repetía serio.

Cuando ha habido momentos de debilidad esta temporada, Zidane los ha analizado todos de la misma manera: al equipo le cuesta hacerse con el mando de los partidos al principio o le cuesta pensar que en esos minutos les va la vida al igual que en los últimos. Fiados a su capacidad de resolución o a los milagros en los minutos finales, es posible que al conjunto blanco le cueste más que a otros empezar con fuerza. En Mestalla, el equipo no supo volver cuando perdía la pelota, tuvo despistes defensivos que luego pagó, porque, con el Valencia bien replegado, no supo remontar.

Ayer, el equipo blanco tuvo jornada de descanso y hoy vuelve a los entrenamientos para preparar en dos días el choque del domingo en Villarreal, un campo que siempre ha sido complicado para el Madrid. Después de una derrota, más que el trabajo táctico, es en el aspecto psicológico en el que inciden los técnicos. En estos dos días, la labor de Zidane es la de lograr que sus futbolistas afronten los primeros minutos con la misma urgencia con la que afrontan otras fases del encuentro. Salir más concentrado, con más necesidad que el rival, no es fácil en campo contrario, sobre todo porque gran parte de los equipos afrontan el choque contra el Madrid con más ganas que otros duelos y con el apoyo del público retumbando en sus oídos. Decía Zidane que Mestalla era un campo complicado porque apretaba, porque hacía que los futbolistas locales estuvieran muy focalizados en su objetivo. En el estadio de La Cerámica puede suceder algo parecido.

Nadie en el club piensa que se necesite un regeneración o un cambio radical en el vestuario blanco. El Madrid sigue líder, con un punto de ventaja, tiene aún un partido menos y la próxima jornada la jugará después de que el Barça haya disputado su encuentro en el Calderón. Zizou siempre repite que la Liga va a ser complicada. Pero sabe que lo sería menos si no hubiese que ir a remolque de unos comienzos apáticos.