Gatlin recupera la memoria

Madrid- Justin Gatlin había avisado de que estaba en condiciones de derrotar al hombre más rápido del mundo. Tenía ventaja después de algunas carreras de calentamiento. Para Bolt, sin embargo, la de ayer en Roma en la Liga de Diamante era su primera aparición de la temporada. Le pesaba la inactividad al jamaicano, que no supo aprovechar su mejor salida. Los 100 metros se le hicieron demasiado largos. Gatlin, medalla de bronce en los Juegos de Londres, entraba en el selecto grupo de elegidos capaces de derrotar a Bolt. Algo sólo al alcance de estrellas como Tyson Gay o el jamaicano Yohan Blake.

Para Gatlin la victoria de ayer fue como recuperar la memoria. Él que fue medalla de oro en los 100 metros en los Juegos de Atenas cayó después en el olvido por culpa del dopaje. Al segundo positivo por testosterona recibió una sanción de diez años de la Federación Estadounidense. A los 24 años era poco menos que una sanción a perpetuidad. Sin embargo, su colaboración con las autoridades le permitió regresar antes de tiempo. Los diez años quedaron reducidos a cuatro y, ahora que tiene 31, vuelve a sentirse como cuando era el mejor, capaz de competir con cualquiera. Incluso con Bolt.

Antes de todo eso, en 2001, Gatlin ya había sido castigado con dos años de inhabilitación por culpa de las anfetaminas. El velocista estadounidense alegó en su defensa que el positivo se debió a los medicamentos que tomaba desde pequeño para combatir sus problemas de déficit de atención. La reclamación fue atendida, pero para la testosterona no hubo excusas. Durante su inhabilitación intentó hacerse un hueco en el fútbol americano, un camino que ya recorrieron otros como el mítico Jim Thorpe o Renaldo Nehemiah. Probó como wide receiver en los Houston Texans, pero no llegó a debutar en la NFL. Después siguió intentándolo en los Tampa Bay Buccaneers y en los Tennessee Titans. Sin suerte. Su camino estaba en el atletismo.