Geoffrey Soupe, un vencedor por casualidad en la Vuelta

«Entré el primero en la primera curva y me sorprendió que nadie viniera detrás de mí. Esta victoria en la Vuelta es increíble para mí y para el equipo. Ni siquiera estaba en la selección para la Vuelta, pero tras la caída de Alexis Vuillermoz en el Tour de l’Ain, el equipo decidió llevarme», explicó el francés Geoffrey Soupe después de su sorprendente victoria en el esprint del viernes en

Oliva. Tanto que ni él mismo se la esperaba. «No pensé que a mi edad fuera posible ganar una etapa en una grande. Para mí ha sido algo inesperado. Fue un esprint muy nervioso, con muchas rotondas y el viento también influyó. Un esprint típico para una gran vuelta, y estoy muy contento con este desenlace», confesaba el francés del Total Energies.

Soupe supo estar en el lugar apropiado y en el momento justo. Algo que apenas había conseguido esta temporada, en la que destacaba más por su cuidada barba que por los resultados. Sólo pudo ganar en la Tropicale Amissa Bongo, una carrera que se disputa en Gabón desde 2006 y a la que se dio el nombre de la hija del entonces presidente gabonés, Omar Bongo, fallecida a los 32 años. Por supuesto, era también su primera victoria en una gran vuelta. Un triunfo que le llegó casi por casualidad, que le permite al equipo en el que ha corrido Peter Sagan esta temporada. En realidad, antes de este año el palmarés de Soupe sólo lucía una victoria, también en la Amissa Bongo de 2011.

Su trabajo siempre ha sido preparar el esprint a otros, a ciclistas como Demare o como Nacer Bouhani. Su hora ha llegado tarde, pero en el mejor sitio,