Australia se viste de verde

Australia ha dado grandes golfistas desde hace muchos años, pero ninguno había logrado vestir la chaqueta verde que distingue a los ganadores del Masters de Augusta. Adam Scott rompió ayer esa mala racha y sumó su primer «grande» en el Augusta National tras una dramática victoria ante Ángel Cabrera en el segundo hoyo del desempate. El argentino buscaba su segundo Masters, el primero lo ganó también en «playoff», pero un «birdie» de Scott en el segundo hoyo del desempate –hoyo 10– le despertó del sueño. Ambos jugadores habían firmado sendos «birdies» increíbles en el 18 para salir a «playoff», dejando a Jason Day sin opciones. Scott se resarce así de su dolorosa derrota del «British» del año pasado.

Tiger Woods tendrá que seguir esperando para ganar un nuevo «grande». El número uno del mundo centraba todas las miradas al inicio de este Masters, pero no ha podido responder a las expectativas por diversos motivos. Con tres torneos ya en su haber esta temporada, Augusta estaba preparada para ver al «Tigre» volver a vestirse de verde ocho años después de su último triunfo. Un gran tiro en el hoyo 15 en la jornada del viernes dio un vuelco a su participación y enterró todas sus aspiraciones, no sin levantar una enorme polémica en el mundo de golf, que ha reclamado su descalificación por un mal dropaje. Ajeno a todo, Woods salió en la última jornada a la búsqueda de un milagro, pero bien pronto se vio que no iba a ser su día. Dos malos «drives» en los dos primeros hoyos erradicaron sus posibilidades de remontada. Tiger, eso sí, sacó su garra en los segundos nueve hoyos de la última jornada y logró terminar entre los cinco primeros. En el US Open de Merion, el próximo mes de junio, tendrá una nueva oportunidad de romper su mala racha en los «grandes», lleva cinco años sin ganar uno.

Por lo que respecta a la «Armada», su balance final en Augusta es correcto, sin más. El gran inicio de Sergio García y Gonzalo Fernández-Castaño no se ha visto refrendado con un buen fin de semana. Una buena última jornada del «Niño» –70 golpes– le permitió escalar hasta el top ten, mientras que Gonzalo no pudo asegurarse su presencia en la edición del año próximo tras una última tarjeta de 74 golpes, que le hundió hasta la vigésima posición final. Más abajo quedó Chema Olazábal, a pesar de que logró superar el corte del Masters por primera vez en cinco años.

Fue un domingo de grandes emociones en el Augusta National, que empezaron con el extraordinario comienzo de un veterano tan respetado como el alemán Bernhard Langer, con tres «birdies» para empezar, aunque luego no pudo mantener el ritmo. Con un DNI bien distinto, el danés Thorbjorn Olesen (23 años) hizo tres «birdies» seguidos en la recta final de su vuelta para un total de 68 golpes. Olesen acabó en séptima posición, confirmando que el futuro de este deporte es suyo.